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Santiago de Guatemala (Agencia Fides) - El Card. Rodolfo Quezada Toruño, Arzobispo de Santiago de Guatemala ha publicado una Exhortación Pastoral en ocasión del Adviento y la Navidad con el fin de ofrecer algunas reflexiones que ayuden a los fieles a vivir este tiempo litúrgico.
El Card. recuerda en primer lugar una idea en la que ha insistido ya en otras ocasiones, en la necesidad de celebrar cristianamente la Navidad. “No es posible – afirma en el Card.- reducirla a una ocasión de compras extraordinarias, a un intercambio de regalos, a una fiesta de niños o a un simple pretexto para celebraciones profanas”. Precisamente para evitar ese peligro, cada día mayor, “los verdaderos cristianos tienen que concebir el tiempo de Adviento como un camino espiritual hacia la Navidad que no se deje aprisionar por el clima consumista de la época”. Además “el centro insustituible y único de nuestras celebraciones navideñas debe ser Cristo”.
Este camino debe ir acompañado de la mano de Maria, de San Juan Bautista y del Profeta Isaias. Efectivamente “el Adviento es el tiempo privilegiado para honrar a María, la madre de Jesús, María está unida con lazo indisoluble a la obra salvífica de su Hijo”. Ella es “el modelo supremo de la espera del Señor”.
A continuación el Arzobispo de Santiago de Guatemala se refiere a dos expresiones de la piedad popular guatemalteca: “las posadas” y “los nacimientos”. “Estoy convencido, que estas dos tradiciones del tiempo navideño nos permiten una buena preparación de la Navidad, siempre y cuando se realicen con verdadero espíritu de piedad”. La costumbre de las “posadas” “son una excelente preparación para la celebración de Navidad, además del beneficio que supone compartir la fe con los demás y unificar las familias y barrios. Por ello, el Card. realiza un llamamiento a los párrocos “para que promuevan e impulsen estas posadas con adecuadas celebraciones de la Palabra de Dios” y de esta manera ayudar a una preparación cristiana de la Navidad y lograr recobrar una tradición tan popular en su verdadero sentido.
En cuanto a los nacimientos según explica el Card. estos son también “una oración en acción y un acto de piedad” y pide que se conviertan “en pequeños altares domésticos, en lugares de oración, de reflexión y de gran contenido espiritual”.
Exhorta también el Prelado a “celebrar una Navidad austera y sobria a “imitación de Cristo, que nace, vive y muere pobremente”. Recuerda además que “el buen cristiano jamás debe caer en las garras de la sociedad de consumo”. Por ello, “considerar los bienes superfluos como necesarios y adquirirlos a toda costa, es una nueva forma de esclavitud”.
Pide también celebrar una Navidad de paz para lo cual hay que “renovar nuestro sincero propósito de ir creando, con nuestras actitudes, la civilización del amor cristiano”. Son muchas las situaciones que no nos permiten vivir en paz, afirma el Card. debido a una profunda falta de respeto a la dignidad de la persona humana que se manifiesta en la violencia completamente desmedida que sufrimos todos, el crimen organizado, el narcotráfico, el contrabando, la impunidad, la crisis financiera internacional y su efecto en la frágil economía nacional que agrava aún más esta situación. “Sin embargo – continua el texto - todos debemos denunciar esta violencia como un mal inaceptable e indigno del ser humano. Debemos convencernos que sólo erradicándola de cada uno de nosotros, de nuestro corazón y de nuestras relaciones interpersonales, de nuestras familias, de nuestros barrios y colonias, de nuestras ciudades y pueblos, podremos empezar a vivir en paz”.
Pero no basta con esto, recuerda el Card. Es necesario además “vivir de una manera nueva”, según la ley de Dios, según la Doctrina Social de la Iglesia . “Que todos encontremos en esta celebración una razón más para ser consecuentes con nuestra fe en la vida personal, familiar y social”, concluye el texto. (RG) (Agencia Fides 11/12/2008)
