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Roma (Agencia Fides) - Compromiso social e interés empresarial se pueden conciliar y cuando eso sucede los frutos que se dan son evidentes y abundantes. Éste ha sido uno de los descubrimientos durante el congreso titulado “Más allá de la crisis, la esperanza: empresas por el Saher con proyectos para una civilización del amor” promovido por el Comité de Enlace de los Católicos para una Civilización del Amor con el fin de sensibilizar a las empresas con proyectos de desarrollo y cooperación dirigidos sobre todo a países subdesarrollados. Un recorrido que comenzó en diciembre del 2007, cuando el Comité inició a colaborar con la Fundación Juan Pablo II para el Sahel ante el Pontificio Consejo Cor Unum, dirigiendo así su atención a las necesidades de África.
El encuentro de este año ha sido útil para ver los primeros resultados del trabajo, en particular la importancia de una acción que se adecue a los tiempos modernos – tiempos de crisis económico-financiera y de grandes flujos migratorios – y que sea no sólo útil para quien la recibe sino también para quien la realiza, como afirmó Mons. Giampietro Dal Toso, subsecretario del Pontificio Consejo Cor Unum. El nuevo informe sobre la población pobre y las empresas italianas confirmó como la colaboración es, y puede seguir siendo, un espacio positivo para todos, basado en el respeto de las propias capacidades, conocimientos y culturas. Los proyectos ofrecen esperanza y dignidad a las poblaciones que los reciben y se constituyen en un impulso para las economías locales y para el propio mercado del trabajo. Además, garantizan desarrollo también a las empresas italianas que han participado como socios (algunas de las cuales estuvieron presentes y fueron premiadas durante el congreso) y que están involucradas como protagonistas de los proyectos en los distintos territorios.
Todo se basa en el tentativo de darles un futuro a las poblaciones pobres, como subrayó el ingeniero Giuseppe Rotunno, Secretario Nacional en Italia del Comité de Enlace de Católicos para una Civilización del Amor y moderador del Congreso. El objetivo principal de los proyectos de desarrollo es sobre todo la creación de nuevos mercados, basados en una cooperación económica internacional, en los que los muchos recursos africanos tengan un rol de primera importancia.
En particular la zona de Sahel, territorio extremadamente pobre del África subsahariana, es la destinataria de dichas inversiones ya que los misioneros y los voluntarios del Comité de Enlace son muy numerosos en dicha zona, y hacen de mediadores entre las realidades locales y las empresas italianas. Precisamente de los treinta proyectos que el Comité ha recibido de la Fundación, seis de los que han sido declarados prioritarios se ubican en dicho territorio y han sido ya financiados por empresas e institutos bancarios italianos. Se trata de un proyecto para un banco de cereales, uno para agua en Senegal, uno para la cría y uno de microcrédito destinado a las mujeres de Burkina Faso, uno a favor de la energía solar y uno para la construcción de un molino. Pequeños pasos pero que como nos recuerda la frase de la Madre Teresa, que ha sido el hilo conductor del Congreso: “Lo que hacemos es sólo una gota en el océano pero el océano sería menos si le faltara una gota”. (P.C.) (Agencia Fides 10/12/2008 líneas 39 palabras 555)
