VATICANO - Mensaje del Santo Padre Benedicto XVI: "El tema del diálogo intercultural e interreligioso, por ello, emerge como una prioridad para la Unión Europea … Una vez acogida la diversidad como dato positivo, es necesario hacer que las personas acepten no sólo la existencia de la cultura del otro, sino que también deseen enriquecerse con ella”

miércoles, 10 diciembre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Con ocasión de la Jornada de Estudio dedicada al tema "Culturas y Religiones en Diálogo" en el ámbito del año del diálogo intercultural promovido por la Unión Europea, que ha tenido lugar el jueves 4 de diciembre, el Santo Padre Benedicto XVI ha enviado un Mensaje al Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, Card. Jean-Louis Tauran, y al Presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, el Arzobispo Mons. Gianfranco Ravasi.
En el texto del Mensaje el Santo Padre subraya que " la Europa contemporánea, que se asoma al tercer milenio, es fruto de dos milenios de civilización. Ésta hunde sus raíces tanto en el ingente y antiguo patrimonio de Atenas y de Roma, como sobre todo en el fecundo terreno del cristianismo.... Así, Europa nos aparece hoy como un precioso tejido, cuya trama está formada por los principios y valores emanados del Evangelio, mientras que las culturas nacionales han sabido bordar una inmensa variedad de perspectivas que manifiestan las capacidades religiosas, intelectuales, técnicas, científicas y artísticas del Homo europeus". Por este motivo Europa ha tenido y todavía tiene hoy un particular influjo cultural sobre el conjunto del género humano y se siente responsable de su futuro y del de toda la humanidad.
Dado que para responder a las preguntas fundamentales que el hombre contemporáneo se plantea sobre el sentido de la vida y sobre su valor, es cada vez más importante reflexionar sobre las antiguas raíces de las que fluyo savia abundante en el curso de los siglos, el Santo Padre escribe: "El tema del diálogo intercultural e interreligioso, por ello, emerge como una prioridad para la Unión Europea e interesa de modo transversal a los sectores de la cultura y la comunicación, de la educación y de la ciencia, de las migraciones y de las minorías, hasta llegar a los sectores de la juventud y del trabajo. Una vez acogida la diversidad como dato positivo, es necesario hacer que las personas acepten no sólo la existencia de la cultura del otro, sino que también deseen enriquecerse con ella”.
En el llamado "mundo pluralista" en que vivimos, caracterizado por la rapidez de las comunicaciones, de la movilidad de los pueblos y de su interdependencia económica, política y cultural, las raíces cristianas de Europa están siempre vivas, aunque por desgracia muchos europeos parecen ignorarlas, y “deberían trazar el camino y alimentar la esperanza de millones de ciudadanos que comparten los mismos valores”.
En la parte conclusiva del Mensaje, el Santo Padre Benedicto XVI exhorta a los creyentes a "estar siempre dispuestos a promover iniciativas de diálogo intercultural e interreligioso, para estimular la colaboración en temas de interés recíproco, como la dignidad de la persona humana, la búsqueda del bien común, la construcción de la paz, el desarrollo", recordando que un tal diálogo para ser auténtico debe evitar ceder al relativismo y sincretismo y debe estar animados por un sincero respeto hacia los otros y un generoso espíritu de reconciliación y fraternidad”.
Por último, el Papa anima "a cuantos se dedican a la edificación de una Europa acogedora, solidaria y cada vez más fiel a sus raíces" y exhorta en particular a los creyentes "para que contribuyan no sólo a custodiar celosamente la herencia cultural y espiritual que los distingue y que forma parte integrante de su historia, sino que se comprometan cada vez más en buscar nuevas vías para afrontar de forma adecuada los grandes desafíos que marcan la época postmoderna". (S.L) (Agencia Fides 10/12/2008)


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