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Roma (Agencia Fides)- Concluyó, el domingo 7 de diciembre a las 13 horas en Roma, en la iglesia de los Congoleses, Iglesia de la Natividad, con la Misa celebrada por el Capellán don Agostino Bita y diversos sacerdotes del Congo, la Semana por la Paz en la República Democrática del Congo, que inició el martes 2 de diciembre. Junto a la comunidad católica del Congo en Roma, varias asociaciones congolesas e italianas se hicieron promotoras de la semana, unidas idealmente a las 600 Asociaciones firmantes del Llamado por la Paz en la República Democrática del Congo.
En la fachada de la iglesia y en su interior, escritos e imágines evocaban la dramática realidad de los prófugos de guerra en la provincia del Norte de Kivu, y las razones de este enésimo enfrentamiento armado: el saqueo de las riquezas del país.
Entre las iniciativas en el ámbito de la Semana por la Paz en la República Democrática del Congo figuró una Conferencia sobre “la lectura geopolítica del conflicto en curso” y una Conferencia de don Agostino sobre el empeño de la Iglesia católica en estos años de guerra, recordando las diversas posiciones que tomaron los Obispos.
Mientras tanto continúan las conversaciones entre el gobierno y los rebeldes del Congreso Nacional por la Defensa del Pueblo (CNDP) de Laurent Nkunda, iniciados ayer, 8 de diciembre en Nairobi, Kenia, con la mediación de las Naciones Unidas, que puso a disposición la propia sede local.
En agosto, los rebeles desencadenaron una ofensiva que creó una gravísima crisis humanitaria (un millón y medio de prófugos y refugiados). Hace poco declararon una tregua unilateral que ha permitido el inicio de las negociaciones entre el gobierno congolés y los rebeldes de Nkunda. Estas han sido posibles gracias al acuerdo entre Congo y Ruanda, el 5 de diciembre, para desarmar a los milicianos hutu ruandeses de las Fuerzas Democráticas de Liberación de Ruanda (FDRL) que desde 1994 se refugian en el este del Congo. Nkunda afirma que tomó las armas para defender a los tutsi congoleses de las acciones de este grupo, que Ruanda afirma está formado por milicianos hutu responsables del genocidio ruandés de 1994. Kigali afirma que la clave para resolver la crisis congolesa reside en el desarme de las FDRL. Una visión considerada ingenua por quienes, como los misionarios que trabajan en la zona, en cambio resaltan la explotación de los recursos congoleses realizada con la cobertura de la guerra. (L.M.) (Agencia Fides 9/12/2009; 30 líneas, 432 palabras)
