VATICANO - “El verdadero trabajo de la teología es entrar en la palabra de Dios, buscar entenderla en la medida de lo posible y darla a entender a nuestro tiempo, encontrando así las respuestas a nuestras grandes preguntas”: el Papa a la Comisión Teológica Internacional

martes, 9 diciembre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Al final de los trabajos de la anual Sesión Plenaria de la Comisión Teológica Internacional, que este año coincide con la conclusión del séptimo quinquenio de su creación, el Santo Padre Benedicto XVI expresó su sentido agradecimiento a todos los miembros, recibidos en audiencia el 5 de diciembre.
Recordando los frutos concretos de este séptimo quinquenio de trabajo, el Santo Padre citó la publicación del documento “La esperanza de salvación para los niños que mueren sin bautismo”, y la próxima publicación de otro documento “A la búsqueda de una ética universal: nueva mirada sobre la ley natural”. “Como he tenido ya modo de afirmar en otras ocasiones – subrayó Benedicto XVI –, reafirmo la necesidad y la urgencia, en el contexto hodierno, de crear en la cultura y en la sociedad civil y política las condiciones indispensables para una plena consciencia del valor irrenunciable de la ley moral natural… la ley natural constituye la verdadera garantía ofrecida a cada uno para vivir libre y respetado en su dignidad de persona, y para sentirse defendido contra cualesquiera manipulación ideológica y contra todo abuso en perpetrado en base a la ley del más fuerte”. Desde el momento en que en el mundo actual “el concepto metafísico de la ley natural es casi ausente, incomprensible” incluso siendo de fundamental importancia para nuestras sociedades, para la vida humana, “es necesario que sea propuesto de nuevo y hecho comprensible en el contexto de nuestro pensamiento este concepto: el hecho que el ser mismo lleva consigo un mensaje moral y una indicación para las vías del derecho”.
Luego el Papa habló del tercer tema estudiado por la Comisión en este quinquenio: “Sentido y método de la Teología”, subrayando su relevancia y actualidad. Hoy la opinión pública pide a los teólogos “promover el diálogo entre las religiones y las culturas, aportar al desarrollo de una ética que tenga como propias coordenadas de fondo la paz, la justicia, la defensa del ambiente natural”, que son bienes fundamentales, sin embargo “una teología limitada a estos nobles objetivos perdería no sólo su identidad propia, sino el fundamento mismo de estos bienes – subrayó Benedicto XVI –. La primera prioridad de la teología, como indica su nombre, es hablar de Dios, pensar a Dios. Y la teología habla de Dios no como de una hipótesis de nuestro pensamiento. Habla de Dios porque Dios mismo ha hablado con nosotros. El verdadero trabajo de la teología es entrar en la palabra de Dios, buscar entenderla en la medida de lo posible y darla a entender a nuestro tiempo, encontrando así las respuestas a nuestras grandes preguntas. En este trabajo se muestra que la fe no sólo no es contraria a la razón, sino que abre los ojos de la razón, ensancha nuestro horizonte y nos permite encontrar las respuestas necesarias a los desafíos de los diversos tiempos”.
El Santo Padre Benedicto XVI profundizó este pensamiento, poniendo en evidencia cómo “desde el punto de vista objetivo, la verdad es la Revelación de Dios en Cristo Jesús, que requiere como respuesta la obediencia de la fe en comunión con la Iglesia y su Magisterio… Desde el punto de vista subjetivo, es decir desde el punto de vista de quien hace teología, la virtud fundamental del teólogo es buscar la obediencia a la fe, la humildad de la fe que abre nuestros ojos: esta humildad que hace al teólogo colaborador de la verdad… Por otro lado, la obediencia a la verdad no significa renuncia a la búsqueda y al esfuerzo del pensar; al contrario, la inquietud del pensamiento, que indudablemente no podrá nunca ser en la vida de los creyentes aplacada del todo, ya que ellos también están en el camino de la búsqueda y de la profundización de la Verdad, será sin embargo una inquietud que los acompaña y los estimula en la peregrinación del pensamiento hacia Dios, y de ese modo resultará fecunda”. (S.L.) (Agencia Fides 9/12/2008)


Compartir: