AMERICA/CHILE - Celebrado el 30 aniversario de la Mediación pontificia entre Argentina y Chile; en su Mensaje el Santo Padre subraya que “ante cualquier controversia, no se debe dar nunca por agotado el camino del diálogo paciente y de la negociación conducida con sabiduría y prudencia”

martes, 9 diciembre 2008

Punta Arenas (Agencia Fides) – Monte Aymond, en la frontera patagónica entre Chile y Argentina, fue el escenario en el que ambos países se comprometieron el pasado 5 de diciembre a seguir defendiendo la paz, en el marco de la celebración de los 30 años de la mediación Pontificia (ver Fides 4/12/2008). En la ceremonia, encabezada por las Jefas de Estado de ambas naciones, Michelle Bachelet y Cristina Fernández, y por el enviado especial de Su Santidad, el Card. Odilo Pedro Scherer, Arzobispo de San Paulo (Brasil) Chile y Argentina intercambiaron sus estandartes oficiales de la fuerza de paz denominada "Cruz del Sur" como gesto de fraternidad entre los pueblos. A continuación ambas presidentas, acompañadas por el Cardenal Scherer, descubrieron la placa de la primera piedra del monumento conmemorativo de los 30 años de la mediación papal, que se levantará en la frontera y que fue bendecida por el cardenal Scherer.
El Card. Odilio Sherer, leyó un mensaje del Santo Padre, Benedicto XVI, con motivo de este aniversario en el que evoca “aquellos primeros días de diciembre de 1978, cuando los dirigentes de esas dos queridas Naciones llegaron a pensar que se había agotado toda posibilidad de lograr un acuerdo que pusiera fin a su secular controversia”. Sin embargo, Juan Pablo II “impulsado por su especial sensibilidad para concretar la misión recibida del Príncipe de la Paz, sintió la necesidad de ofrecer una nueva y peculiar intervención suya, de carácter más personal”. Recuerda a continuación como el Papa envió al Card. Antonio Samoré, lo cual “detuvo providencialmente el enfrentamiento bélico y llevó, como colofón de la misión fiel y generosamente cumplida por el recordado Purpurado, a la firma de los Acuerdos de Montevideo, en el Palacio Taranco, el 8 de enero de 1979”.
El Santo Padre muestra por ello, su gratitud y gozo en esta celebración especial por parte de las Presidentes de ambos Países, “que agradecen la obra de mi Predecesor, que tanto se distinguió durante su largo Pontificado por la promoción de la concordia entre todos los pueblos”.
“Dicho éxito- continua el Santo Padre- causando una agradable e inesperada sorpresa en el mundo, fue un ejemplo de como, ante cualquier controversia, se debe vencer siempre el desánimo y no dar nunca por agotado el camino del diálogo paciente y de la negociación conducida con sabiduría y prudencia, para alcanzar una solución justa y digna a través de medios pacíficos, propios de pueblos civilizados, sobre todo cuando sus miembros se saben, además, hermanos e hijos de un único Dios y Padre”. De hecho la experiencia de tantos intentos en los que han fallado el dialogo y que han provocado gravísimas consecuencias, “nos ayuda a descubrir los horrores que aquella mediación pontificia evitó a los pueblos argentino y chileno, e incluso a otras naciones de la región”. “Y la realidad de hoy – resalta el Papa - con los abundantes resultados positivos de la colaboración mutua entre los dos Países, y que son un testimonio ejemplar e innegable de los frutos de la paz, empezó a gestarse hace ahora treinta años”.
Por la mañana, el enviado papal, el cardenal Odilio Sherer, presidió una misa en la catedral de Punta Arenas para conmemorar este 30 aniversario. El prelado transmitió el saludo de Benedicto XVI y destacó "el gran aprecio del Santo Padre por estos países y su especial estima por los pueblos argentino y chileno".Tras exhortar a "celebrar este acontecimiento de paz y amistad entre dos pueblos", consideró que el acto será "una señal y un testimonio de que el objetivo de la mediación fue alcanzado", y llamó a que "se profundicen siempre más" las relaciones bilaterales. El purpurado brasileño recordó también las gestiones del cardenal Antonio Samoré, que fue un "paciente e incansable negociador" y explicó que la fórmula jurídica de la mediación estuvo basada en "la justicia, la amistad y el desarrollo de los pueblos".
En la ceremonia estuvieron presentes el representante de la Conferencia Episcopal de Chile, Mons. Javier Prado, obispo emérito de Rancagua; el Nuncio Apostólico en Chile, Mons. Giuseppe Pinto; el Nuncio Apostólico en Argentina, Mons. Adriano Bernardini; el obispo de Río Gallegos, Mons. Juan Carlos Romanín; y el Vicario General de Punta Arenas, Mons. Fredy Subiabre. También concurrieron las máximas autoridades de las fuerzas armadas y de orden de Argentina y de Chile; los presidentes de los partidos políticos chilenos; juristas, diplomáticos y colaboradores que participaron en el proceso de Mediación. (RG) (Agencia Fides 9/12/2008)


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