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Harare (Agencia Fides)- Las autoridades de Zimbabwe han decretado una emergencia sanitaria por la epidemia de cólera que desde hace algunos meses golpea el país (ver Fides 2/12/2008). Frente a los 565 muertos y los 12,500 casos hasta el momento registrados las estructuras de salud locales son completamente inadecuadas, como admitió el mismo Ministro de la Salud, David Parirenyatwa, que ha descrito la situación como catastrófica: “los hospitales centrales literalmente no funcionan y el personal está desmotivado”.
Todas las estructuras estatales han colapsado y son evidentes los signos de malhumor y de tensión también en el ejército, una de las columnas del régimen del Presidente Robert Mugabe.
Varios observadores se preguntan si el enfrentamiento del primero de diciembre en Harare entre la policía y un grupo de militares que protestaban porque no podían retirar sus sueldos de los bancos en contante no sea el preludio de una revuelta más amplia. La policía militar habría arrestado a unos 500 soldados, pero los arrestos se hicieron efectivos sólo después de que los militares regresaron a los cuarteles. En el momento mismo del desorden la policía no estuvo en grado de arrestar a ninguno de los soldados en revuelta, a los que se les unieron también algunos civiles. Este episodio es el punto culminante de una serie de desórdenes entre algunos militares descontentos por la grave crisis económica del país.
Frente a la altísima tasa de inflación (más de 230 millones por ciento, pero es difícil cuantificarla pues está en constante crecimiento) el gobierno ha obligado a los bancos a poner un límite para el retiro de dinero contante de cuentas relacionadas. Los militares pueden retirar sus ahorros directamente en los cuarteles, pero las sumas disponibles se agotan ya con los altos oficiales, antes que los oficiales subalternos y los militares de la tropa puedan retirarlo. Los militares además se lamentan por la pésima condición de los cuarteles y por la comida insuficiente y de pésima calidad.
Para evaluar la situación se ha convocado una reunión de emergencia del Joint Operations Command, el más alto organismo de seguridad del Estado, y el que realmente gobierna el país. El régimen teme una rebelión de los militares que se podría transformar en una revuelta general.
La oposición sospecha pero que detrás del episodio del 1º de diciembre se esconda un plan del gobierno para crear un pretexto que le permita declarar el estado de emergencia y suprimir el mínimo de libertad que aún les queda.
La situación en Zimbabwe preocupa cada vez más a los Estados vecinos, los cuales no estarían en la capacidad de establecer una política común que obligue al régimen local a cambiar de posición y que permita a la oposición entrar en un gobierno de unidad nacional. Mientras tanto, Sudáfrica anunció que ha encontrado virus del cólera en las aguas del río Limpopo, en la frontera entre Zimbabwe y Sudáfrica. (L.M.) (Agencia Fides 4/12/2008 líneas 37 palabras 497)
