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Mombasa (Agencia Fides) – “Hemos quedado sorprendidos al ver que altos funcionarios del gobierno y hombres de negocios son responsables del aumento artificioso de los precios de los alimentos”, afirma en una nota enviada a la Agencia Fides, Su Excelencia Mons. Boniface M. Lele, Arzobispo de Mombasa, en Kenya.
Según las investigaciones de la prensa local, algunos funcionarios del gobierno habrían provocado de manera dolosa la falta de maíz y de harina de grano en diversas partes del país. “Así –afirma la nota–, un paquete de dos kilos de harina de grano se vende a 120 chelines, cuando hasta hace una semana costaba en promedio 85”.
Mons. Lele nota que “además de la harina de grano, el análisis de mercado elaborado por nuestra Oficina de Desarrollo indica un fuerte aumento en los precios de otros productos alimenticios básicos entre junio y noviembre del 2008. El aumento de los precios incluye los frijoles, el pan, la harina de grano y el azúcar. Además, resulta desalentador constatar que mientras el precio del petróleo y de la gasolina ha bajado casi al 50% en los mercados internacionales, los precios del combustible en Kenya permanecen elevados, con una reducción de a tan sólo 7 chelines”.
“Como Iglesia Católica –prosigue la nota– nos identificamos y hablamos para los pobres, los que no tienen voz, los oprimidos y apoyamos una sociedad más justa, donde las necesidades fundamentales sean respetadas. No podemos permanecer en silencio, con miles de personas con hambre a causa de las acciones de un pequeño grupo de personas de alta posición. La acumulación egoísta e incesante de riqueza en perjuicio de miles de personas que sufren, sólo conduce a un conflicto infinito. Habrá paz verdadera sólo cuando a todos los keniatas les sean garantizados los productos alimenticios y las otras necesidades básicas. Condenamos con la máxima firmeza el silencio del gobierno y su incapacidad para tomar decisiones frente a los individuos corruptos de la sociedad, que constituyen la fuente de la crisis alimentaria. La situación descrita es inmoral e inaceptable.
“Dirigimos un llamado al gobierno para que conduzca una verdadera lucha contra la corrupción y arreste a los responsables del racket de alimentos. No existe justificación para que las autoridades de estos odiosos crímenes económicos no sean arrestados y llevados frente a un tribunal de derecho. Ello servirá para disuadir a otros de contar con la impunidad”.
El Arzobispo de Mombasa sugiere algunas propuestas concretas para salir de la crisis y dotar a Kenya de una agricultura eficiente: “Es responsabilidad del gobierno intervenir y garantizar que los precios de las materias de primera necesidad, como la harina de grano, sean accesibles a todos. Ello puede realizarse quitando impuestos inútiles sobre bienes básicos y ejerciendo presión sobre las compañías petroleras para reducir los precios del combustible.
Llegó para el gobierno el momento de afrontar seriamente el problema a largo plazo de la insuficiente producción alimentaria. Nuestros líderes deben poner en acción las medidas necesarias para sostener a los agricultores locales mediante la introducción de subvenciones agrícolas con el fin de promover la agricultura. Dichas medidas llevarán al aumento de las cosechas, al crecimiento de las reservas nacionales de alimentos y a proporcionar ganancias al país a través de la exportación de alimentos. No es un sueño. En Malawi, nuestro vecino en África meridional, se ha seguido este camino obteniendo resultados óptimos. Malawi ha demostrado que lo que se necesita para garantizar la seguridad alimentaria es voluntad política y un liderazgo con visión de futuro y sin egoísmos.
El ministerio de Agricultura puede aumentar la producción en regiones áridas y semiáridas. Ello se puede realizar a través del abastecimiento de estiércol, la irrigación e informado a los agricultores sobre las oportunidades técnicas de sembrío”. (L.M.) (Agencia Fides 26/11/2008; líneas 46 palabras 620)
