AMERICA/EL SALVADOR - Informe sobre el impacto de la minería metálica sobre la salud y el medio ambiente: la actividad minera supone un costo muy alto para pocos beneficios

miércoles, 26 noviembre 2008

San Salvador (Agencia Fides) - Las organizaciones sociales agrupadas en la campaña “Yo Rechazo la Minería Metálica”, entre las que se encuentra Caritas El Salvador, han presentado un estudio científico en el que se detalla el impacto sobre la salud y el medio ambiente que la minería metálica puede causar en el país si conceden los permisos solicitados por las compañías mineras.
Según demuestra Florian Erzinger, encargado de realizar el estudio, el drenaje ácido de las minas no se puede evitar aún con los métodos clamados por la supuesta “minería verde”, y las aguas adyacentes a las minas se estarían contaminando con altas concentraciones de Cianuro, Mercurio y metales pesados como el Arsénico, Plomo, Zinc y Aluminio. Estas concentraciones superan los valores máximos admisibles no solo para agua potable sino también para sistemas acuáticos.
Además los alimentos producidos especialmente en la cuenca del Lempa, como los vegetales, la carne o la leche también llevarían concentraciones de sustancias toxicas.
Según el estudio los riesgos de contaminación difusa por cianuro, arsénico y metales pesados, involucrarían al 60% del territorio nacional y a unos 4 millones de salvadoreños.
La realización del estudio está basada por un lado en experiencias en otros países que demuestran los impactos negativos. Además considera la naturaleza sísmica de El Salvador que sería un factor de alto riesgo y podría provocar tragedias si se rompieran las represas que contienen los aguas tóxicas de las minas. Por otro lado también las condiciones ambientales y socio-demográficas de El Salvador hacen no apta las actividades mineras, porque el calor y la secuencia de épocas de sequedad y de lluvia provoca que la descomposición de los minerales y la oxidación de los metales pesados sean muy elevados, provocando mayor drenaje ácido. El Salvador tiene además una gran abundancia de poblaciones prácticamente en todas las zonas del país (mucho más que en otros países americanos o europeos). Las zonas que serían más directamente contaminadas son pobladas o sirven para la agricultura o también para la piscicultura y la pesca. Por tanto no se podría evitar que se viera afectada la población.
Por lo tanto, la campaña ciudadana “Yo rechazo a la Minería Metálica”, con las evidencias existentes en otros países y apoyándose en el estudio el Lic. Erzinger, sostiene la denuncia que distintas organizaciones vienen realizando desde hace tiempo: la actividad minera supone un costo muy alto para pocos beneficios, tanto a nivel de las comunidades donde operan las minas como a nivel país. “Con toda seguridad, la economía salvadoreña sería más afectada que beneficiada”, concluyeron los miembros de Caritas El Salvador. (RG) (Agencia Fides 26/11/2008)


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