AFRICA/SOMALIA - Somalia: cada vez más caos mientras continúan los intentos para liberar a las religiosas secuestradas

martes, 18 noviembre 2008

Mogadiscio (Agencia Fides)- La atención de la comunidad internacional se concentra cada vez más en Somalia, donde el territorio controlado por el Gobierno de Transición Nacional, apoyado por tropas etíopes y de la Unión Africana, se reduce cada día.
Pero es la actividad de los piratas somalíes la que se resalta, sobre todo tras el secuestro de un superpetrolero liberiano, el Sirius Star, con 25 hombres dentro, que transporta dos millones de barriles de petróleo por un valor de más de 100 millones de dólares. Se trata de un notable salto de cualidad para los piratas somalíes tanto por las dimensiones (más de 300 mil toneladas de tonelaje) y el valor económico de la carga, como por el secuestro realizado a 450 millas náuticas (unos 800 km) al sudeste de Mombasa, en Kenia. Actualmente están en manos de los piratas 12 naves y 200 miembros del equipaje, entre estos el cargo ucraniano “Faina” con 33 carros armados y otros armamentos. Los piratas tienen su base en Puntland, la región semi autónoma en el noroeste del país de la que proviene el Presidente Abdullahi Yusuf, cuyo gobierno debe afrontar a la ofensiva de las milicias ligadas a las Cortes islámicas en el sur de Somalia.
En los días pasados las milicias “Shabab” que provenían de Kisimayola, habían conquistado la importante ciudad portuaria de Merka, a setenta kilómetros al sur de Mogadiscio. La caída de Merka abre el paso a la conquista en breve tiempo de la entera área centro meridional del país. Algunas áreas de las regiones centrales al norte de Mogadiscio ya están bajo el control de los Shabab.
A unos cien kilómetros al sur de Mogadiscio, en la ciudad de Jowar, controlada por una facción de las Cortes Islámicas que aceptó negociar con el Gobierno, se han desencadenado enfrentamientos entre milicianos locales, mientras se acerca a la ciudad una formación de Shabab, la facción islámica que ha prometido derrocar al gobierno y expulsar a las tropas extranjeras de Somalia.
La realidad somalí es muy fragmentada: el mismo movimiento de los Shabab (jóvenes) es más una expresión de la falta de un gobierno fuerte por más de 20 años y de la frustración de una generación de jóvenes que ha conocido solo la guerra, que un instrumento de un preciso plan político. Es verdad que existen conexiones con la realidad del islamismo radical y es verdad que en tierra somalí se combate entre las potencias regionales (en particular entre Etiopía y Eritrea) e internacionales, pero esta no puede ser la única clave de lectura de una situación más compleja que aquella que interpreta todo sólo a la luz de la “guerra al terrorismo” (entre otras cosas dañando y sin traer algún aporte real para la paz).
En este cuadro permanece la preocupación por la suerte de sor Rinuccia Giraudo y sor Maria Teresa Olivero, religiosas del Movimiento Contemplativo Misionero Padre de Foucauld de Cuneo (Italia), secuestradas el 10 de noviembre de su misión en El-Wak, una localidad al noreste de Kenya que se encuentra a 10 km de la frontera con la Somalia (ver Fides 12/11/2008). Mientras Kenya ha enviado un fuerte contingente militar a la frontera, dejando abierta la prospectiva de un blitz para liberar a las dos religiosas, prosiguen con discreción las tratativas con los secuestradores, confiadas a los ancianos de las tribus involucradas. (L.M.) (Agencia Fides 18/11/2008; 38 líneas, 556 palabras)


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