ASIA/INDIA - Mons. Andrew Marak, primer Obispo del grupo tribal “graro” cuenta a Agencia Fides el empeño por la evangelización en el noreste de India

viernes, 7 noviembre 2008

Tura (Agencia Fides) – El área en la que ha sido llamado a servir es una de las menos conocidas en toda la nación: Mons. Andrew Marak, Obispo de Tura (estado de Meghalaya), nació, vive y trabaja en el noreste de India, zona montañosa, cubierta por bosques, habitada por cientos de grupos tribales, con frecuencia en lucha entre ellos. El área representa un potencial factor de la inestabilidad para la nación: tensiones que se registran frecuentemente en diversos estados del noreste como Assam, Meghalaya, Manipur, Mizoram, Nagaland, Arunachal Pradesh. Los recientes ataques terroristas, con numerosos artefactos que sembraron el pánico en la ciudad Guwahati, en Assam, son el último testimonio de un latente conflicto social, político y étnico que se consuma en las áreas tribales del noreste.
En este contexto, delicado y complejo, Mons. Marak, nombrado hace un año, es un hombre que actúa con decisión, previsión y en modo concreto. Es el primer Obispo índico de la etnia tribal garo, muy expandida en la zona: por esto conoce desde dentro las poblaciones tribales, su mentalidad, los problemas, las cuestiones, los conflictos y la reivindicaciones. Este patrimonio de experiencia será “puesto al servicio de la paz y de la misión de la Iglesia”, dice el Obispo en un coloquio con Agencia Fides.
La situación de la diócesis, así como de todo el estado –comenta Mons. Marak– es la de una pobreza generalizada: los habitantes, en su mayoría pertenecientes a tribus, viven pobremente y les hacen falta servicios esenciales como la instrucción. “La urgencia es el desarrollo de nuestra gente, que significa acceso a la instrucción, asistencia sanitaria, emancipación socio-económica. La Iglesia lleva su anuncio y su misión de servicio integral a la persona. Por ello la fe ha crecido mucho en la zona y advertimos claramente la exigencia de mayor número de sacerdotes y parroquias. Hoy, en efecto, algunas parroquias abarcan áreas enormes, con más de 150 poblados. En la diócesis de Tura hay 46 sacerdotes comprometidos en el trabajo pastoral. Reciben el apoyo de los religiosos (sacerdotes o hermanos), de más de 200 religiosas y, sobre todo, de catequistas laicos (más de 1200), quienes resultan esenciales para llevar adelante las actividades pastorales de catequesis, liturgia y obras de caridad. Rezamos incesantemente para que el Señor mande más obreros a su mies”.
La pastoral de la diócesis se expresa por medio de un fuerte esfuerzo en el campo de la instrucción (la Iglesia maneja 86 escuelas primarias, 7 escuelas secundarias, 26 escuelas superiores, pero también 39 colegios masculinos y 41 femeninos) y en el servicio social (un hospital, una despensa, un leprosorio, una casa para ancianos y dos para discapacitados mentales). “La Iglesia es la primera agencia educativa en las poblaciones tribales”, nota el Obispo. Además, afirma, “buscamos invitar sobre todo a los jóvenes y a los laicos a ser protagonistas de la misión. Los primeros lo son especialmente a través del Indian Catholic Youth Movement, que se mantiene vivo y dinámico en la diócesis. Los laicos, por su parte, nos aseguran la catequesis, los encuentros de oración, los cursos de Biblia en las poblaciones más remotas, además de la preparación de los fieles para los sacramentos”.
“Pero nuestro futuro –concluye– está en el hecho de formar nuevas vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa. Esta es nuestra prioridad”. (PA) (Agencia Fides 7/11/2008)


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