AMERICA/REPUBLICA DOMINICANA - Los Obispos piden a las autoridades que tomen una decisión para producir un diálogo ante la violencia que ha estallado entre dominicanos y haitianos

jueves, 6 noviembre 2008

Santo Domingo (Agencia Fides) - El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo ha exhortado a las autoridades tomar una decisión cuanto antes para producir un diálogo, que evite que se sigan exacerbando los ánimos entre dominicanos y haitianos y continúen los derramamientos de sangre en la comunidad de Neiba en la provincia de Baoruco,.
La violencia entre dominicanos y haitianos se desató el pasado lunes 3 de noviembre produciéndose varios linchamientos en el transcurso de la semana en Neiba, a raíz del asesinato de un dominicano por parte de un haitiano que se alega quiso robarle una motocicleta. Posteriormente se ha extendido también a Dajabón y Guayubín. Esta lucha ha provocado la deportación de más de 500 haitianos, entre ellos más de cien menores de edad. El primer resultado de los disturbios ha sido cuatro muertos, más de una decenas de heridos, algunos de ellos graves, el incendio de chozas y una movilización de fuerzas militares y policiales para proteger a los haitianos asentados en esa localidad.
Ante estos hechos son varios los Obispos que han alzado su voz para que cese la violencia, entre ellos el Arzobispo de la Arquidiócesis de Santiago Mons. Ramón Benito de la Rosa y Carpio, el Obispo emérito Mons. Juan Antonio Flores Santana, el Obispo de la diócesis de Mao-Monte Cristi, Mons. Diómedes Espinal.
El Arzobispo de Santiago, Mons. Ramón Benito de la Rosa Carpio consideró que bajo ninguna circunstancia debemos aceptar enfrentamientos entre ambas comunidades, ni ver el problema como racial, ya que sostiene que esa es la lectura que le han dado. Sostuvo además que la venganza nunca es permitida, porque no es humana ni cristiana, pero ante todo no es humana. El Arzobispo de Santiago sugirió que los problemas ocurridos entre haitianos y dominicanos en Neiba, Dajabón y Guayubín se solucionen con equidad, al estimar que “todos somos seres humanos e iguales ante Dios y que ambos grupos deben ser tratados de la misma manera”.
Por su parte el Obispo de la diócesis de Mao-Monte Cristi, Mons. Diómedes Espinal, ha afirmado que los hechos de violencia que han surgido en algunas comunidades del Sur y el Noroeste del país, son preocupantes y llamó a evitar esas confrontaciones que no dejan nada bueno.
También el Coordinador nacional de la Pastoral Juvenil, D. Luis Rosario, afirmó que entre Haití y la República Dominicana existe un matrimonio obligado y que, por tanto, las autoridades de ambas naciones tienen que llegar a ciertos acuerdos y entendimientos para evitar que continúen los enfrentamientos que terminan con la vida de sus nacionales. El sacerdote Rosario ha solicitado además a la secretaría de Interior y Policía que no se deje presionar por los sectores que procuran reanudar la importación de armas de fuego. Sostuvo que el mercado de las armas es peor que la prostitución porque causa la muerte directa e inmediata de las personas. (RG) (Agencia Fides 6/11/2008)


Compartir: