AFRICA/CONGO RD - “Goma se ha convertido en una prisión donde escasean los alimentos” afirma un comunicado de los misioneros que denuncian la violación de los derechos humanos al este del Congo

miércoles, 29 octubre 2008

Kinshasa (Agencia Fides)- “La guerra que cuenta ya con más de cinco millones de muertos a vuelto a comenzar. Una guerra biombo –la definen los obispos congoleños – hecha para cubrir el saqueo de las riquezas minerales del país, donde el 70% de los sesenta millones de habitantes viven con menos de un dólar al día” afirma un comunicado enviado a la Agencia Fides por p. Silvio Turazzi, misionero javeriano, a nombre de la Red “Paz para el Congo”, sobre la guerra en Kivu del Norte (al este de la República Democrática del Congo). El documento recuerda la toma de posición de los Obispos congoleños que denunciaron los crímenes cometidos contra la población del país: “Las consecuencias son enormes: millares de muertos, poblaciones enteras condenadas a huir y a vagar en condiciones inhumanas, niños y muchachos obligados a enrolarse como soldados de los distintos grupos armados... Un drama humanitario bajo nuestros ojos que no nos puede dejar de ningún modo indiferentes. No a la guerra para satisfacer ambiciones ocultas tomando a la población civil como rehén o como escudo humano. Esto sucede después de las elecciones libres del 2006, después de los acuerdos firmados en Goma entre los grupos armados (enero 2008), ante la presencia de los Cascos Azules y de los facilitadores europeos y americanos. La diplomacia parece impotente. De hecho el 90% de las exportaciones mineras se realizan de manera ilegal y continúan llegando armas clandestinas. Está documentada la presencia de tropas ruandesas en la región en apoyo al general disidente Laurent Nkunda. En las cercanías de la ciudad de Goma viven en la miseria más de un millón de prófugos, obligados a dejar sus tierras. La ciudad misma se ha convertido en una prisión donde escasean los alimentos y los precios son inaccesibles. Un saco de fréjoles cuesta 95 $, mientras que el año pasado costaba 20 $. La población de Kivu, alejada de sus tierras, se encuentra nuevamente en peligro de muerte”.
El llamado del Papa ha sido rotundo: “A este respecto, os invito a rezar por la reconciliación y la paz en algunas situaciones alarmantes, que provocan sufrimiento: pienso en las poblaciones del norte de Kivu, en la República democrática del Congo...” (Ángelus 12 de octubre 2008).
La memoria del Obispo Christophe Munzihirwa une las comunidades de la RD.Congo, de Italia y de otros países con el signo de la Cruz en su esfuerzo por la paz. Le gustaba repetir: “Hay cosas que sólo los ojos que han llorado pueden ver”.
En su último mensaje Mons. Munzihierwa afirmaba: “Nosotros tenemos la esperanza de que Dios no nos abandonará y que en alguna parte del mundo surgirá para nosotros un pequeño resplandor de esperanza. Dios no nos abandonará si nos esforzamos por respetar la vida de nuestros vecinos sin importar a que etnia pertenezcan”. Hoy, 29 de octubre, recordamos 12 años desde el asesinato de Mons. Munzihirwa, Arzobispo de Bukavu (capital de Kivu del Sur) que lucho por el respeto de los derechos humanos de todos, independientemente de las etnias. A 12 años de distancia si vuelve a presentar el drama en Kivu, pero está vez por obra del general rebelde Nkunda, último de una serie de líderes detrás de los cuales se esconden los intereses de los que quieren depredar las riquezas de los congoleños. (L.M.) (Agencia Fides 29/10/2008 líneas 40 palabras 581)


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