VATICANO - Las Proposiciones del Sínodo entregadas al Santo Padre: “Mirando el ejemplo de San Pablo, de los apóstoles y de tantos misioneros que, a lo largo de la historia de la Iglesia, han llevado el Evangelio a los pueblos, este Sínodo reafirma la urgencia de la misión ‘ad gentes’ también en nuestro tiempo”

lunes, 27 octubre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – Al final de los trabajos de la Asamblea ordinaria del Sínodo de los Obispos, fue entregado al Santo Padre un elenco de 55 Proposiciones finales, aprobadas durante la XXIII Congregación general. Por Su benévola decisión, el Sumo Pontífice Benedicto XVI ha concedido que una versión de las Proposiciones, en italiano, provisoria, oficiosa y no oficial, preparada por la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, sea publicada en el Boletín de la Sala de Prensa de la Santa Sede. A continuación ofrecemos amplios fragmentos de algunas Proposiciones presentadas, relacionadas de modo más directo al tema de la misión de la Iglesia (tercera parte del elenco de las Proposiciones).

Proposición 38 – Tarea misionera de todos los bautizados
La misión de anunciar la Palabra de Dios es tarea de todos los discípulos de Jesucristo como consecuencia de su bautismo. Esta conciencia debe ser profundizada en toda parroquia, en toda comunidad y organización católica; se deben proponer iniciativas que hagan llegar la Palabra de Dios a todos, especialmente a los hermanos bautizados, pero no suficientemente evangelizados. Ya que la Palabra de Dios se ha hecho carne para comunicarse a los hombres, un modo privilegiado para conocerla es a través del encuentro con los testigos que la hacen presente y viva.

En la misión aportan una colaboración particular los Institutos misionarios por su propio carisma y experiencia. Además, la realidad de los nuevos movimientos eclesiales es una extraordinaria riqueza de la fuerza evangelizadora de la Iglesia en este tiempo, impulsando así a la Iglesia a desarrollar nuevas formas de anuncio del Evangelio. Los laicos están llamados a descubrir de nuevo la responsabilidad de ejercitar su tarea profética, que deriva para ellos directamente del bautismo, y testimoniar el Evangelio, en la vida cotidiana: a casa, en el trabajo y en cualquier lugar donde se encuentren. Este testimonio lleva muchas veces a la persecución de los fieles por causa del Evangelio. El Sínodo hace un llamamiento a los responsables de la vida pública para que garanticen la libertad religiosa. Es necesario, asimismo, abrir itinerarios de iniciación cristiana en los cuales, a través de la escucha de la Palabra, la celebración de la Eucaristía y el amor fraterno vivido en comunidad, puedan conducir a una fe cada vez más adulta. Debe ser considerada la nueva exigencia que nace de la movilidad y del fenómeno migratorio que abre nuevas perspectivas de evangelización, porque los inmigrantes no sólo tienen necesidad de ser evangelizados, sino que pueden ser ellos mismos agentes de evangelización.

Proposición 39 – Palabra de Dios y compromiso en el mundo
Los Padres sinodales dirigen un pensamiento particular a cuantos, como creyentes, se comprometen en la vida política y social. Esperan que la Palabra de Dios pueda sostener esta forma de testimonio inspirando su acción en el mundo en búsqueda del verdadero bien de todos y en el respeto de la dignidad de toda persona. Es necesario por lo tanto que sean preparados a través de una adecuada educación según los principios de la Doctrina Social de la Iglesia.

Proposición 44 – Medios de comunicación social
La Iglesia está llamada no sólo a difundir la Palabra de Dios a través de los medios de comunicación, sino también y sobre todo a integrar el mensaje de la salvación en la nueva cultura que la comunicación crea y amplifica. El nuevo contexto comunicativo nos consiente de multiplicar los modos de proclamación y de profundización de la sagrada Escritura. Esta, con su riqueza, exige que se puedan alcanzar a todas las comunidades, llegando a quienes están lejos también a través de estos nuevos instrumentos. Se aconseja conocer bien los medios de comunicación, acompañar su veloz cambio e invertir más en la comunicación a través de los diferentes instrumentos existentes como la televisión, la radio, los periódicos, internet… Son, en todo caso, formas que pueden facilitar el ejercicio de la escucha obediente de la Palabra de Dios. Es necesario preparar católicos, convencidos y competentes, en el campo de la comunicación social.

Proposición 46 – Lectura creyente de las Escrituras: historicidad y fundamentalismo
La lectura creyente de la Sagrada Escritura, practicada desde la antigüedad en la Tradición de la Iglesia, busca la verdad que salva para la vida de cada fiel y para la Iglesia. Esta lectura reconoce el valor histórico de la tradición bíblica. Es justamente por este valor de testimonio histórico que ella quiere redescubrir el significado vivo de las Sagradas Escrituras destinadas también a la vida del creyente de hoy. Dicha lectura de la Escritura se diferencia de las “interpretaciones fundamentalistas” que ignoran la mediación humana del texto inspirado y sus géneros literarios.

Proposición 47 – La Biblia y el fenómeno de las sectas
Experimentamos una profunda preocupación en relación al crecimiento y la mutación del fenómeno de las sectas. Las sectas de origen diverso, en efecto, parecen ofrecer una experiencia de la cercanía de Dios a la vida de la persona y prometen una felicidad ilusoria a través de la Biblia, interpretada frecuentemente de manera fundamentalista... Es necesario que los sacerdotes estén adecuadamente preparados para afrontar estas nuevas situaciones, siendo capaces de proponer una animación pastoral bíblica que se adapte a los problemas más comunes de la gente de hoy.

Proposición 58 – Biblia e inculturación
Para una auténtica inculturación del mensaje evangélico debe asegurarse una formación de los misioneros con medios adecuados para conocer en profundidad el ambiente vital y las condiciones socio-culturales, de manera que los misioneros puedan insertarse en el ambiente y en la lengua, así como en la cultura local. En primer lugar, compete a la Iglesia local el llegar a una auténtica inculturación del mensaje evangélico, naturalmente poniendo atención en el riesgo del sincretismo. La cualidad de la inculturación depende del grado de madurez de la comunidad evangelizadora.

Proposición 49 – Missio ad gentes
La Palabra de Dios es un bien para todos los hombres, que la Iglesia no debe guardarse sólo para sí misma, sino compartirla con alegría y generosidad con todos los pueblos y culturas, para que también ellos puedan en encontrar en Jesucristo la vía, la verdad y la vida” (Cf. Jn 14,6). Mirando el ejemplo de San Pablo, así como el de los apóstoles y de muchos misioneros que, a través de la historia de la Iglesia han llevado el Evangelio a los pueblos, este Sínodo afirma la urgencia de la misión “Ad gentes” también en nuestro tiempo. Un anuncio que debe ser explícito, hecho no sólo al interior de nuestras iglesias, sino en todas partes, y debe estar acompañado por un testimonio de vida coherente, lo que hace evidente el contenido y lo refuerza. Obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y laicos deben acercarse a las personas que no participan en la liturgia y no frecuentan nuestras comunidades. La Iglesia debe esforzarse por llegar a todos con la fuerza del Espíritu (Cf. 1Cor 2,5) y continuar proféticamente y defender el derecho y la libertad de las personas a escuchar la Palabra de Dios, buscando los medios más eficaces para proclamarla, incluso ante el riesgo de la persecución.

Propuesta 50 – Biblia y diálogo interreligioso
El diálogo con las religiones no cristianas representa un momento significativo en la vida de la Iglesia y en el diálogo con los hombres. Los monoteísmos, las religiones tradicionales de África y de Australia, las antiguas tradiciones espirituales de Asia, encierran valores de respeto y de colaboración que pueden favorecer inmensamente la comprensión entre las personas y la sociedad. Las líneas guía de este diálogo se las encuentra en la Declaración del Concilio Vaticano II Nostra Aetate. El Sínodo recuerda igualmente la necesidad de que a todos los creyentes sea asegurada la libertad de profesar su propia religión en privado y en público, además de la libertad de conciencia.

Proposición 52 – Diálogo entre cristianos y hebreos
El diálogo entre cristianos y hebreos pertenece a la naturaleza de la Iglesia... Fiel a sus promesas, Dios no revoca la Antigua Alianza. Jesús de Nazareth fue un hebreo y la Tierra Santa es la tierra madre de la Iglesia. Cristianos y hebreos comparten las escrituras del pueblo hebreo, que los cristianos denominan Antiguo Testamento. En la descendencia de Abraham hebreos y cristianos pueden ser una fuente de bendición para la humanidad. La comprensión hebrea de la Biblia puede ayudar a la inteligencia y al estudio de las Escrituras por parte de los cristianos. La interpretación bíblica cristiana está fundada sobre la unidad de los dos Testamentos en Jesús, Palabra hecha carne. En su Persona se cumple el sentido pleno de las Sagradas Escrituras con continuidad y discontinuidad en relación de los libros inspirados del pueblo hebreo.

Proposición 53 – Diálogo entre cristianos y musulmanes
El diálogo con ellos permite conocerse mejor y colaborar en la promoción de los valores éticos y espirituales. En este diálogo, el Sínodo insiste en la importancia del respeto a la vida, de los derechos del hombre y de la mujer, como también en la distinción entre el orden socio-político y el orden religioso en la promoción de la justicia y de la paz en el mundo. Tema importante en este diálogo será también al reciprocidad y la libertad de conciencia y de religión. (S.L.) (Agencia Fides 27/10/2008)


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