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Melbourne (Agencia Fides) – Las nuevas comunidades de vida consagrada llevan oxígeno a la Iglesia australiana: es el caso de los “Misioneros del Amor de Dios”, un grupo de consagrados nacido en Australia en 1986, que abarca sacerdotes, hermanos y hermanas que se dedican completamente a aquello que el Papa Juan Pablo II definió “nueva evangelización”, es decir, a reevangelizar aquella parte del mundo cristiano que hoy sufre por el hedonismo y el secularismo.
Los Misioneros, actualmente presentes en Melbourne, Canberra y Darwin (Australia) y en Manila (Filipinas), están registrando un aumento de vocaciones viéndose agradablemente obligados a ampliar sus estructuras de acogida, dado el creciente número de seminaristas y postulantes que piden ingresar a esta forma de vida consagrada, dedicada a los pobres y marginados, con una especial atención por la formación de los jóvenes.
Un llamado a la población y a las diversas realidades eclesiales fue dirigido por el Obispo de Melbourne, Denis Hart, con el fin de que ayuden a encontrar fondos o estructuras para donar a los Misioneros, para un nuevo Seminario. El Obispo elogió a los Misioneros por “su celo y esfuerzo en la construcción del Reino de Dios”.
“La Iglesia necesita siempre de obreros para su mies”, afirmó a su vez P. Ken Barcker, Moderador de los misioneros, y agregó: “Debemos creer que el Señor nos dará muchos sacerdotes y consagrados, que llevarán adelante el espíritu de la nueva evangelización, donando su vida con corazón indiviso, para la difusión del Evangelio”. Los Misioneros hacen el voto radical de pobreza y su vida depende totalmente de la Providencia. (PA) (Agencia Fides 23/10/2008; líneas 19, palabras 264)
