AFRICA - Robo a la población africana: entre 1970 y 2004 han sido depositados en el extranjero 607,000 millones de dólares de países del África sub-sahariana

martes, 14 octubre 2008

Roma (Agencia Fides)- Mientras el mundo es testigo de una dramática crisis financiera internacional pocos se preocupan del hecho de que, según el Presidente del Banco Mundial, esta coyuntura económica “producirá” 100 millones de nuevos pobres, la mayor parte en países no desarrollados, sobre todo de África.
Una situación de profunda injusticia, que cuando se analizan a fondo los datos económicos y financieras se convierte en un verdadero pecado social de extrema gravedad. Según el informe “New Estimates of Capital Flight from Sub-Saharian African Countries: Linkages with External Borrowing and Policy Options”, realizado por dos investigadores de la Universidad de Massachusetts, Amherest, la suma de capital escondido en el exterior extraído de los 40 países de África sub-sahariana, desde 1970 hasta 2004, es de 607,000 millones de dólares. La deuda externa total de estos países en el 2004 era de 227,000 millones de dólares. En otras palabras África sub-sahariana es un acreedor neto del resto del mundo, ya que las actividades externas, es decir el capital escondido en bancas extranjeras, es mayor a las pasivas internas, es decir a la deuda externa.
Esta deuda, recuerdan los dos investigadores, es en buena parte ha sido contraída con las mismas bancas donde están depositados los fondos robados por la corrupción y la malversación. La fuga anual de capital de África sub-sahariana es equivalente a la ayuda anual para el desarrollo que reciben estos países.
“Las personas responsables de la fuga de capitales son por lo general miembros de la elite económica y política local, que se aprovechan de su posición privilegiada para adquirir fondos y transferirlos al exterior. La compra y la transferencia de capital son una praxis jurídicamente discutible pues incluye falsificación de documentos comerciales, apropiación ilícita de las ganancias de la exportación y sobornos sobre contratos públicos y privados” afirma el informe.
La fuga de capital es un delito que afecta a los más pobres. El informe hace notar como los efectos negativos de la fuga de capital (pocas entradas estatales y falta de moneda extranjera) recae de manera desproporcionada en las personas menos favorecidas de la sociedad. El impacto regresivo de la fuga de capital se agrava cuando se le suma la devaluación. Los ricos que tienen capital en el extranjero no perciben sus efectos, mientras los más pobres no tienen ninguna protección.
Es necesario, por lo tanto, identificar las estrategias adecuadas para poder repatriar el capital escondido en bancos extranjeros. Algunas señales positivas se han dado recientemente. Los bancos suizos han colaborado para poder rastrear las cuentas corrientes de dos dictadores africanos ya fallecidos hace tiempo, Mobutu (Zaire) y Abacha (Nigeria). Pero esto fue posible gracias a una fuerte presión internacional. (L.M.) (Agencia Fides 14/10/2008 líneas 36 palabras 469)


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