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Melbourne (Agencia Fides) – Miles de fieles católicos, de cristianos de otras confesiones así como personas pertenecientes a movimientos y asociaciones civiles marcharon ayer 5 de octubre por las calles de Melbourne con ocasión de la “Jornada de Oración por la Vida”, convocada por la Iglesia local para decir “no” a la nueva ley sobre el aborto que será discutida el día de mañana 7 de octubre por el Parlamento del Estado de Victoria (Australia meridional). La medida permitiría la interrupción voluntaria del embarazo dentro de las primeras 24 semanas de gestación.
Los cristianos de numerosas iglesias vivieron un solemne momento de oración en la Catedral de San Patricio, guiados por el Arzobispo de Melbourne, Mons. Denis Hart, que afirmó: “Somos todos hermanos y hermanas y todos entendemos y apreciamos el gran don de la vida. Queremos dar testimonio del valor único de cada vida humana, sin distinción, desde su concepción hasta su muerte natural”.
Los fieles rezaron sobre todo por las madres de los niños no nacidos, víctimas de la manipulación humana, y por todos los niños que deben aún nacer. También afirmaron la disposición de las comunidades cristianas a poner todos los medios que estén a su alcance para ayudar y sostener concretamente a las mujeres con dificultades, de cualquier tipo, psicológicas o económicas, para poder llevar su embarazo a buen fin. El Arzobispo afirmó que la reforma del sistema no podría obligar en ningún modo a las estructuras sanitarias católicas a realizar abortos, que la doctrina cristiana considera asesinatos. Una ley de ese tipo, afirmaron los presentes, sería “moralmente repugnante”. La ley, hace notar la Iglesia, debe consentir una posible “objeción de conciencia” de los médicos que no están dispuestos a practicar abortos.
Después de la celebración en la Catedral, los fieles marcharon por las calles de la ciudad y se les sumaron muchas personas, que más allá de su posición religiosa, comparten la idea del respeto absoluto de la vida humana. (PA) (Agencia Fides 6/10/2008)
