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Peng Zhou (Agencia Fides) – Más de 40 religiosas provenientes de cinco diócesis de Si Chuan –la zona afectada por el terremoto del 12 de mayo de 2008– guiadas por el director del retiro espiritual don Luke Tsui Kam Yiu de la diócesis de Hong Kong, visitaron la zona más golpeada por el sismo junto a sacerdotes, seminaristas y algunos laicos del Si Chuan. Participaron en la Santa Misa celebrada en la capilla provisoria ofrecida por la Jinde Charities, en las cercanías del lugar donde surgía la famosa iglesia de Bai Lu, construida por los misioneros de las misiones extranjeras de París (MEP) en 1908, hace exactamente cien años atrás. Durante el sismo la iglesia se derrumbo en sólo 8 segundos, doblándose sobre sí misma. En este lugar surgía el Seminario católico más antiguo, dedicado a la Anunciación, y que era considerado la cuna del catolicismo en el suroeste de la China. El estado chino ha ofrecido su ayuda para la reconstrucción.
Después de 8 días de ejercicios espirituales, las religiosas compartieron con los católicos víctimas del terremoto su experiencia de fe, puesta a prueba por el terrible desastre natural, pero también renovada por la calurosa solidariedad mundial, sobre todo del Santo Padre. En la provincia de Si Chuan se concentran una gran cantidad de etnias distintas. Las cuarenta religiosas que participaron en el retiro espiritual pertenecen de hecho a unas diez etnias distintas. Como afirma un sacerdote del lugar, eso “también demuestra como nuestra evangelización ha sido bien acogida por todos”. Después de la oración por las víctimas del terremoto, el Rector del Seminario de la provincia de Si Chuan le entrego al párroco don Zhang, a nombre de todos, una pequeña oferta llena de amor y solidaridad.
En realidad la ayuda católica a las víctimas del sismo del 12 de mayo no ha dejado nunca de llegar. El 23 de setiembre 3 voluntarios de Singapur, acompañados de voluntarios de Jinde Charities que trabajan en el lugar, han vivido dos días con los chicos de los colegios, para tratar de que olviden la tragedia ayudándolos a concentrarse en los estudios del nuevo año escolar. Todavía en este momento los voluntarios de Jinde Charities, el ente caritativo católico que coordina la ayuda y se ocupa también de trasmitir las donaciones del Santo Padre a las víctimas del terremoto, están trabajando a pleno ritmo para llevar dicha ayuda. Como confirman las autoridades locales “sabemos que los católicos están siempre con nosotros”. (NZ) (Agencia Fides 29/09/2008 líneas 31 palabras 440)
