ASIA/INDONESIA - Oración y trabajo en el Monasterio Benedictino de Santa María de las Gracias en Kupang, centro de espiritualidad y de cultura litúrgica

jueves, 25 septiembre 2008

Kupang (Agencia Fides) – En la parte occidental de la isla de Timor, territorio indonesio, un centro de espiritualidad y de oración se está haciendo conocer poco a poco en la diócesis de Kupang y en otras diócesis, llevando a la tierra indonesia una extraordinaria experiencia de vida consagrada: se trata del Monasterio Benedictino de Santa María de las Gracias, el primero en Indonesia, inaugurado un año, y convertido hoy en punto de referencia para cuantos quieren pasar por una experiencia de intensa oración en retiro espiritual. “La presencia de las Benedictinas es un signo del Amor de Dios. Este monasterio traerá abundantes frutos y gracias a la Iglesia indonesia”, dijo el Nuncio Apostólico Mons. Leopoldo Girelli.
El monasterio fue abierto en Kupang, tras una larga tratativa con el Santuario de Santa María de las Gracias en Orte (Viterbo) en Italia, donde las religiosas Benedictinas viven desde hace 300 años. Hace algunos años, tras la visita de una de ellas a Indonesia, algunas jóvenes decidieron abrazar la Regla Benedictina. De este modo, tras un periodo de formación, de discernimiento y organización que duró unos 13 años, recibida la aprobación del Obispo de Kupang, Su. Exc. Mons. Petrus Turang, se pudo inaugurar el primer Monasterio Benedictino en la nación que representa el país con mayor porcentaje de musulmanes del mundo.
El monasterio surge sobre una colina no lejana del mar. Sor Verónica María, la primera benedictina indonesia, si bien reconoce las dificultades iniciales para una forma de vida claustral que no siempre es comprendida por la gente, afirma que la vida de las cinco benedictinas indonesias procedes en la gracia de Dios, en la oración, en la acogida, haciendo presente el carisma de San Benito en la Iglesia local.
“La jornada en Kupang se desarrolla viviendo el espíritu de San Benito según el precepto ‘Ora et Labora’ – dice Sor Verónica- siguiendo el ritmo de la oración litúrgica de las Horas y el trabajo manual, como el tejido, trabajo en el huerto u otras actividades artesanales”. El monasterio quiere crecer como Centro de espiritualidad y de cultura litúrgica, verificando también la presencia de nuevas vocaciones a la vida monástica. (PA) (Agencia Fides 25/9/2008 líneas 27 palabras 379)


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