AMERICA/URUGUAY - “Confiar en el Espíritu Santo, pidiéndole en nuestra oración la audacia evangelizadora y misionera de las primeras comunidades cristianas, para transformar con el testimonio de nuestra vida la Iglesia y el mundo”: llamamiento del Obispo de Florida en el Mensaje para la Cuaresma

viernes, 5 marzo 2004

Florida (Agencia Fides) - Ha sido lanzado por Su Exc. Mons. Raúl Scarrone Carrero, Obispo de la Diócesis de Florida (Uruguay) en su mensaje para la Cuaresma del 2004, un llamamiento para que la oración, la revisión de vida, la escucha y la apertura del corazón a la Palabra de Dios, prácticas que se realizan de modo especial durante el tiempo de cuaresma, despierte en todos la vocación misionera. El Prelado desea que crezca en las familias, en los grupos cristianos, en las comunidades y parroquias un potencial evangelizador que renueve a todos en el amor y de modo que cada uno pueda cumplir la misión que Jesús dejó a todos los bautizados. “Invito a todos al comienzo de esta Cuaresma, a confiar en el Espíritu Santo, pidiéndole en nuestra oración la audacia evangelizadora y misionera de las primeras comunidades cristianas, para transformar con el testimonio de nuestra vida la Iglesia y el mundo”.
Mons.Scarrone, reafirmando la urgencia del compromiso misionero, afirma que en el mundo de hoy, junto a generosos testigos del Evangelio, no faltan bautizados que viven una vida mediocre, adoptan una posición de resistencia o de indiferencia, cuando no de abierta rebelión, ante los llamamientos de Dios, mientras que el mundo siempre espera de los cristianos un testimonio coherente de comunión y de solidaridad.
Recordando la opción asumida por la Iglesia diocesana de “Evangelizar, evangelizar y evangelizar”, el Obispo señala que el Evangelio no es una realidad abstracta, que flota en el vacío, sino que es siempre “ acontecimiento histórico” que se encarna y existe en personas concretas que lo anuncian y comunican, que lo aceptan en su corazón y lo viven. Por eso no existe evangelización sino evangelizadores. Y no habrá evangelización nueva si no hay evangelizadores nuevos. Por ello, uno de los problemas más acuciantes en la Iglesia de hoy, es la falta de evangelizadores: “Muchas parroquias, comunidades y grupos de cristianos viven su fe sin sentirse llamados a comunicarla. Son muchos los cristianos, incluso practicantes convencidos, que viven sin sospechar siquiera que ellos pueden tener alguna responsabilidad de anunciar y comunicar algo a los demás”. (RZ) (Agencia Fides 5/372004 Líneas: 29 Palabras: 394)


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