ASIA/FILIPINAS - Sufrimientos materiales y espirituales para los cristianos en Filipinas del sur, mientras aumenta el número de evacuados por el conflicto; inminente crisis humanitaria

miércoles, 24 septiembre 2008

Zamboanga (Agencia Fides) – Marginados, empobrecidos, evacuados, incluso secuestrados por grupos extremistas como Abu Sayyaf. Es la situación de los cristianos en la isla de Basilan (una exigua minoría) y en el archipiélago de las Sulu, corona de islas en el extremo sur de las Filipinas. Lo refiere a la Agencia Fides el misionero Pime, el p. Sebastiano D’ambra, comprometido desde hace décadas en el diálogo con el Islam en las Filipinas meridionales, iniciador del Movimiento para el diálogo “Silsilah”, con sede en Zamboanga city, en la isla de Mindanao.
En un reciente viaje a la isla de Basilan, el p. D’ambra pudo ver y escuchar los sufrimientos, la pobreza, los traumas de las familias cristianas que viven en la zona. Cuenta haberlas alentado a “perdonar y a amar a sus enemigos”, según el espíritu del Evangelio, buscando construir relaciones amigables con sus vecinos.
“Cristianos y musulmanes de las Filipinas del sur deberían alzar juntos la voz para pedir paz, trabajar juntos y tener valentía para condenar toda forma de violencia física y psicológica”, dice a Fides el misionero, ya que ambos grupos comparten la misma tierra y un destino común: toda la población del área al extremo sur de Mindanao y en el archipiélago de las Sulu está hoy sometida a una fuerte presión debido al aumento de los enfrentamientos entre las fuerzas del ejército filipino y los movimientos rebeldes de matriz islámica.
Según las organizaciones humanitarias, son 500 mil los evacuados internos que sufren carencias de bienes de primera necesidad a causa de la escala de violencia. La alarma fue lanzada desde hace algunas semanas pero no ha habido respuestas concretas: según las organizaciones, la crisis humanitaria es inminente.
El conflicto entre el ejército de Manila y los separatistas islámicos del Moro Islamic Liberation Front se ha retomado con fuerza desde inicios de agosto, cuando la Corte Suprema de las Filipinas rechazó el borrador del acuerdo (Memorandum of Agreement) sobre la extensión de la Región autónoma de Mindanao musulmana (Armm). “Se trata del peor conflicto en el área desde el 2003 hasta hoy”, afirma la Cruz Roja Internacional, destacando el creciente número de víctimas civiles y el aumento de los evacuados, que han debido abandonar sus habitaciones a causa de la guerra. Según los observadores, el conflicto podría radicalizarse y extenderse ulteriormente al término del mes sagrado de Ramadán. (PA) (Agencia Fides 24/09/2008; líneas 28, palabras 391)


Compartir: