AMERICA/BOLIVIA - “En el nombre de Dios que cese la violencia y entre todos seamos capaces de encaminar a nuestra patria por el camino de la construcción integral, fundado en los valores de la justicia, verdad, libertad y solidaridad”: llamamiento de los Obispos

viernes, 12 septiembre 2008

Cochabamba (Agencia Fides) – “Los Obispos de Bolivia, como pastores que vivimos la problemática del país junto a nuestro pueblo, elevamos nuestra voz de alerta urgente ante la espiral de violencia que se va ampliando cada día más en distintas regiones del país y que amenazan arrastrar a todo el pueblo boliviano a situaciones (irreparables) de las que después solo tendremos que lamentar”. Con estas palabras comienza el comunicado de la Conferencia Episcopal de Bolivia difundido este jueves, 11 de septiembre, en Cochabamba, tras la reunión de dos días del Consejo Permanente en el que expresan su preocupación por los hechos de violencia y la confrontación social que se agravan en Bolivia. En el comunicado, que lleva por titulo “¡No a la violencia, sí al entendimiento!”, los Obispos afirman que Bolivia está viviendo en estos momentos un proceso social y político de necesarios cambios que debe llevar a que todos alcancen una vida más plena y digna. Para ellos se debe realizar “un esfuerzo conjunto para superar la pobreza atendiendo los problemas de la gente más necesitada” y “los procesos autonómicos pueden permitir servicios más eficientes y una mayor participación sobre la gestión pública”. Por ello “la nueva Constitución Política del Estado... debe atender a está problemática y otros elementos indispensables para una convivencia justa y pacífica”.
Sin embargo, según constatan “como Bolivia está amenazada hoy por crecientes niveles de confrontación y violencia entre hermanos que, bajo actitudes y consignas de intolerancia, odio, xenofobia y racismo, tratan de imponer su visión de país”. Y esto a pesar de que “una inmensa mayoría de los bolivianos dice sí a la vida y rechaza el recurso a la violencia” y “confía y pide que las soluciones de los problemas se encuentren de forma pacífica y en base a acuerdos”.
Ante esta situación los Obispos realizan un fuerte llamamiento: “En el nombre de Dios que cese la violencia y entre todos, autoridades y pueblo, seamos capaces de encaminar a nuestra patria por el camino de la construcción integral, fundado en los valores de la justicia, verdad, libertad y solidaridad”. Y piden a los lideres sociales, políticos y cívicos, que “puedan resolver positivamente, por caminos institucionales confiables el dilema” pues “ningún debate o pugna, y menos el de lograr, mantener o ampliar poder, merece muertos, sangre ni vejaciones”.
A los ciudadanos les piden que no pierdan la fe en la patria a la vez que les recuerdan que “los enfrentamientos, bloqueos y agresiones sólo generan violencia, dolor y luto en nuestras familias, causan heridas profundas e impiden avanzar en auténticos cambios de desarrollo integral de las personas y, particularmente, de los más pobres”.
También dirigen su palabra a los responsables de los medios de comunicación recordándoles su importante papel “de información y orientación ciudadana, pilares de una auténtica convivencia democrática”, trabajo que “debe contribuir, particularmente en esta coyuntura difícil, a un clima de serenidad, conocimiento, sentido crítico, confianza mutua y encuentro”.
Por último piden a todos los creyentes acompañar este esfuerzo con la oración y acciones solidarias. Ante esta situación los Obispos han convocado a todo el pueblo a una Jornada Nacional de Oración por la Paz el viernes 19 de septiembre, “donde cada comunidad creyente está llamada a orar y hacer un gesto público, peregrinación, celebración comunitaria y otros, elevando nuestras oraciones al Señor de la vida y a la Virgen María, Reina de la paz, para que guíen nuestros pasos por los caminos de la reconciliación, el bien común, la dignidad y la libertad”.
Como muestra de la crisis y estado de violencia que esta viviendo el país el obispado de San Ignacio de Velasco ha denunciado por medio de un comunicado las agresiones violentas y amenazas sufridas por parte de un grupo juvenil. En efecto algunos trabajadores de la Radio Juan XXIII y el mismo obispo de la diócesis Mons. Carlos Stetter fueron agredidos, insultados y amenazados por este grupo de jóvenes en total estado de ebriedad y armados. La amenaza se habría registrado el pasado martes 9 de septiembre, tras la toma de instituciones públicas en San Ignacio de Velasco, coincidente con lo ocurrido en la ciudad de Santa Cruz, donde un grupo de vándalos allanó, destrozó y saqueó el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN), el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y la Empresa Nacional de Telecomunicaciones (ENTEL). (RG) (Agencia Fides 12/9/2008)


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