AMERICA/CHILE - “Si la Iglesia en América Latina no hubiera sido enriquecida por el ministerio pastoral de Juan Pablo II, no tendría tanta unidad, en ser misionera y en construir una sociedad más reconciliada y más conforme en todo al querer de Dios”: una reflexión enviada a la Agencia Fides por el Card. Francisco Javier Errázuriz, Presidente del CELAM, a 25años de Puebla.

viernes, 27 febrero 2004

Santiago (Agencia Fides) - Con ocasión de la celebración del XXV Aniversario de la Tercera Conferencia Episcopal del Episcopado Latinoamericano que se tuvo en enero de 1979 en Puebla (México) circunstancia que coincide con los 25 años de pontificado de Juan Pablo II y con su primer encuentro con la Iglesia Latinoamericana pocas semanas después del inicio de su Pontificado, la Agencia Fides pidió una contribución sobre este tema al Card. Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago de Chile y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano.
La contribución del Card. Errázuriz, titulada “Juan Pablo II y América Latina a partir de Puebla está dividido en 8 parágrafos (Un inapreciable don de Dios, El primer encuentro, Las dimensiones de la acción pastoral emprendida, Las grandes iniciativas, Una pedagogía pastoral evangélica, El Gran Jubileo, profecía del porvenir, Para que tengan vida en abundancia, Conclusión) que revelan los trazos mas salientes de los encuentros de Juan Pablo II de sus iniciativas, de sus enseñanzas y también de sus llamadas y exhortaciones que han marcado de forma decisiva el camino emprendido por la Iglesia en América Latina.
El Card. Errazuriz revela que la Iglesia en América Latina “si no hubiera sido enriquecida por su ministerio pastoral, ella no estaría trabajando por superar esa debilidad orgánica (a la cual se refería el Papa Paulo VI al término del Concilio), no tendría tanta unidad, en ser misionera y en construir una sociedad más reconciliada y más conforme en todo al querer de Dios”. Juan Pablo II ha dedicado esfuerzos admirables a esta Iglesia local porque “el Papa quería y necesitaba que esta porción del Pueblo de Dios no fuera orgánicamente débil, sino fuerte, y ha puesto todo su empeño en fortalecer y reanimar la vida católica, para que la verdad sobre Cristo, como también la verdad sobre el hombre penetren aún más profundamente en todos los estratos de la sociedad y la transformen”.
Un mensaje claro, valiente crucial particularmente recordado por el Card. Errazuriz es que Juan Pablo II dirigió a la Tercer a Conferencia del CELAM exhortandola a corregir desviaciones: “las “relecturas” del Evangelio que no son una auténtica meditación de la palabra de Dios, relecturas que falsean la imagen de la Iglesia y, antes que nada, de Jesucristo, silenciando su divinidad y presentándolo como un “político”, un “revolucionario” implicado en la lucha de clases”.El Papa exhortó con fuerza “a vivir y actuar conforme a la propia identidad cristiana, sin introducir ideologías externas y contrarias a la cristología, la eclesiología y la antropología cristianas” . Las palabras del Papa fueron incisivas y valientes en un continente agitado por fuertes tensiones causadas por la injusticia social, y de la fascinación que ejercía en muchos el análisis social del marxismo y métodos marxistas de lucha liberadora, como único camino eficaz para sacudir opresiones y llegar a la igualdad entre los hombres.
Sin embargo- señala el Presidente del CELAM - “ se equivocaría quien pensase que esa poda, tan necesaria y que tanto bien hizo a la Iglesia, pretendía la construcción de una Iglesia espiritualista”. “La tarea secular y temporal de la Iglesia, la construcción de la ciudad terrena es algo que el Papa ha llevado siempre en su corazón. En efecto, no se ha cansado de despertar el compromiso social de la fe, porque forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia y es también parte del mensaje cristiano”. Es claro que el Papa no luchaba contra el empeño social de la Iglesia Latinoamericana ni contra la opción preferencial por los pobres, que recibió todo su apoyo y que proclamó como una “opción firme e irrevocable”.. “Su lucha estaba dirigida a hacer llegar “a los hombres la voz y la luz del mismo Cristo, sin reduccionismos ni desfiguraciones de la verdad revelada”. (RZ) (Agencia Fides 27/2/2004 Líneas: 49 Palabras: 685)


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