VATICANO - El Papa a los Obispos de Nicaragua: "Nunca se ha de olvidar que la semilla del Evangelio ha de plantarse cada vez, en cada época, en cada generación, para que germine vigorosa y su flor no se marchite”

lunes, 8 septiembre 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – El Santo Padre Benedicto XVI ha expresado a los Obispos de Nicaragua, recibidos en audiencia el 6 de septiembre con ocasión de la visita Ad Limina Apostolorum el aprecio por los esfuerzos realizados para llevar el mensaje del Evangelio en todos los ámbitos de Nicaragua, con la generosa colaboración de los sacerdotes y los institutos religiosos presentes en el País. El Papa ha citado la ayuda preciosa ofrecida en esta misión por los catequistas y delegados de la Palabra, "que son un cauce a través del cual el don de la fe crece en los niños e ilumina las diversas etapas de la vida en lugares recónditos donde es prácticamente imposible la presencia estable de un sacerdote que guíe la comunidad". La Iglesia les debe mucho a estas personas, ha subrayado el Pontífice, "por ello es imprescindible que estos generosos servidores y colaboradores en la misión evangelizadora de la Iglesia reciban el aliento de sus Pastores, tengan una formación religiosa profunda y continuada, y mantengan una intachable fidelidad a la doctrina de la Iglesia”.
Hablando de la reciente revisión de la impostación de los Seminarios en Nicaragua, para ofrecer una mejor formación a los seminaristas, Benedicto XVI ha recordado que la formación "es siempre necesaria" y que "requiere una cercanía y una atención esmerada por parte de cada Obispo, sin ceder en el cuidadoso discernimiento de los candidatos, ni en las rigurosas exigencias necesarias para llegar a ser sacerdotes ejemplares y rebosantes de amor a Cristo y a la Iglesia". El Papa han expresado motivos de complacencia por la preparación de un catecismo específico para la Confirmación y por la promoción de la Obra Pontificia de la Infancia Misionera, con el deseo de que mejore la asistencia religiosa en los hospitales, en las cárceles y en otras instituciones.
"Nunca se ha de olvidar- ha continuado el Papa - que la semilla del Evangelio ha de plantarse cada vez, en cada época, en cada generación, para que germine vigorosa y su flor no se marchite. También la religiosidad popular, tan arraigada en vuestras gentes y que es una gran riqueza para vuestro pueblo, ha de ser algo más que una simple tradición recibida pasivamente, revitalizándola continuamente mediante una acción pastoral que haga brillar la hondura de los gestos y los signos, indicando el misterio insondable de salvación y esperanza al que apuntan, y del que Dios nos ha hecho partícipes, iluminando la mente, colmando el corazón y comprometiendo la vida”.
Entre los principales desafíos que debe afrontar la Iglesia de Nicaragua hay está el de una "sólida formación religiosa" de los fieles, "de modo que sean fermento del Reino de Dios con su testimonio en los diversos ámbitos de la sociedad y contribuyan a que los asuntos temporales se ordenen según la justicia y se adecuen a la vocación total del hombre sobre la tierra. Esto es particularmente importante en una situación en que a la pobreza y la emigración se suman acusadas desigualdades sociales y una radicalización política, especialmente en los últimos años”.
El Santo Padre ha animado a continuación a los Obispos a continuar en su labor para "crear un clima de diálogo y distensión, sin renunciar a defender los derechos fundamentales del hombre y denunciar las situaciones de injusticia y a fomentar una concepción de la política que, más que ambición por el poder y el control, sea un servicio generoso y humilde al bien común". Al mismo tiempo es necesario " promover y acompañar tantas iniciativas de caridad y solidaridad con los más necesitados como hay en vuestras Iglesias”.
En la parte conclusiva de su discurso, el Santo Padre ha recordado "el dinamismo, la entrega y creatividad de los religiosos y religiosas, un tesoro para la vida eclesial en Nicaragua" y las escuelas católicas, a las que acude la mayor parte del alumnado nicaragüense, “cumpliendo así, en medio de grandes dificultades y falta de la debida ayuda, una misión esencial de la Iglesia y un inestimable servicio a la sociedad”. (S.L) (Agencia Fides 8/9/2008,


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