EUROPA/BÉLGICA - El drama de los sans papiers de Bélgica: “Una política de regularización realista, justa y generosa” pide el Cardenal Danneels

jueves, 31 julio 2008

Bruselas (Agencia Fides) – El drama de los trabajadores clandestinos, de los así llamados “sans-papiers” (sin documentos), explotó en todo su dramatismo también en Bélgica, donde un inmigrado irregular que protestaba trepado sobre la grúa de una obra en Bruselas se cayó y se hirió gravemente después de un vuela de cerca de 10 metros.
El hombre, recuperado en el hospital, afortunadamente no está en peligro de muerte. El trabajador se cató mientras trataba de bajar después de seis horas de negociaciones con la policía. Se trata del primer accidente desde el inicio de la protesta que desde hace tiempo ve como protagonistas a los sans papiers de Bélgica, que con tal de obtener un permiso temporáneo de residencia, han tomado al asalto incluso las grúas de las obras trepándose hasta más de 80 metros de altura en signo de protesta.
Durante los días pasados, gracias a una orden del tribunal, un grupo de 25 sans-papiers fue convencido de abandonar 3 grúas en una obra en el centro de Bruselas, que habían ocupado. En la capital belga existen al menos otras dos obras que permanecen ocupadas por un número no precisado de inmigrantes, que esperan obtener a través de la protesta la renovación temporal (otros nueve meses) del permiso de residencia. En todo el país los sans-papiers serían entre 100 mil y 150 mil.
El problema de estas personas es una cuestión de voluntad política. Según una red de abogados belgas (llamada “Progress Lawyers Network”) “bastan dos horas de trabajo jurídico y 5 minutos de coraje político” para emitir una circular que regularice a los “sans-papiers”. El sistema político belga está sin embargo bloqueado por causa de los fuertes contrastes regionales, entre valones y flamencos, y el problema de estas personas parece haber pasado a un segundo plano.
Los Obispos de Bélgica han intervenido en su defensa recordando a todos el respeto de los valores fundamentales de las personas. “La crisis política que atraviesa nuestro país no debe hacernos olvidar la desesperación de numerosos inmigrados sin permiso de residencia”, declaró el Cardenal Godfried Danneels, Arzobispo de Mechelen-Brussel y Presidente de la Conferencia Episcopal Belga. El Cardenal se dirigió al mundo político solicitando “una política de regularización realista, justa y generosa”. La Iglesia católica desde hace tiempo se ha puesto de la parte de los inmigrados irregulares a Bélgica. En el 2006, por ejemplo, los Obispos habían lanzado un llamamiento a los sans-papiers para que interrumpiesen, en las iglesias ocupadas, la huelga de hambre convocado por cerca de 150 inmigrantes ilegales que reclamaban una regularización en el país. Los Obispos afirmaban “comprender la desesperación de quienes se deciden a un gesto semejante”, pero consideraban esta forma de protesta, “moralmente inaceptable” por los peligros con los que se encuentra. Al mismo tiempo los Obispos invitaban a los responsables de las parroquias ocupadas a no “recurrir a las fuerzas del orden si no en casos de extrema urgencia sanitaria”. (L.M.) (Agencia Fides 31/7/2008; líneas 35 palabras 487)


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