EUROPA/ITALIA - Publicadas las Actas del Seminario sobre el papel de las religiosas en la lucha contra el tráfico de seres humanos

martes, 29 julio 2008

Roma (Agencia Fides)- La esclavitud moderna tiene el rostro de las niñas de trece años obligadas a prostituirse por 400 dólares la hora haciendo que su explotador gane hasta 9,600 dólares al día. O también el de los más de 23 mil muchachos y muchachas explotados en la industria del turismo sexual en Kenia, cifra mínima si se la compara con los más de 300 mil esclavos de la industria sexual de Tailandia.
Se ha publicado el volumen de las Actas del Seminario ““Building a network: the Prophetic Role of Women Religious in the Fight Against Trafficking in Persons” promovido por la Embajada de los Estados Unidos ante la Santa Sede y por la Unión Italiana de Superiores Mayores (USMI) que se celebró en Roma del 15 al 20 de octubre de 2007 (ver Fides 22/10/2007). En el evento, realizado con ocasión del doscientos aniversario de la abolición de la esclavitud, participaron 33 religiosas pertenecientes a 25 congregaciones que trabajan desde hace tiempo en la lucha contra el tráfico de seres humanos en 26 países.
Frente a un fenómeno que, como recordaba Mons. Pietro Parolin, Subsecretario de la Secretaría de Estado de la Santa Sede para las Relaciones con los Estados, “hasta hace algunos años era una especie de secreto de la familia global”, las religiosas han asumido un rol de denuncia y de asistencia a las víctimas que es insustituible. En Italia, por ejemplo, 250 religiosas, de 70 congregaciones, trabajan en 110 proyectos de ese tipo, muchas veces en colaboración con Caritas. Centenares de víctimas, provenientes de distintos países, son acogidas en estructuras protegidas y administradas por religiosas donde reciben la ayuda necesaria para reconstruir su vida.
La red de religiosas, extendida tanto a los países de donde provienen las mujeres víctimas de la trata como a los países de destino, busca trabajar en colaboración con las Iglesias locales, las organizaciones caritativas y las instituciones locales con el fin de establecer un intercambio de información que permita controlar y entender el fenómeno, formular nuevas estrategias de lucha; promover campañas de sensibilización que ayuden a prevenir el éxodo de las jóvenes mujeres de sus familias, escuelas y parroquias hacia la falsa “tierra prometida”; identificar y proteger a las familias de las víctimas contra la extorsión y las represalias de los explotadores; ayudar a la reintegración social de las muchachas que deciden voluntariamente regresar a sus casas; asistir a las víctimas que son enviadas a sus países desde Europa, teniendo en cuenta que entre el 10-15% han contraído el virus del sida.
Al final del Seminario se anunció la constitución de la International Network of Religious Against Trafficking in Persons (INRATIP), una red internacional de religiosas católicas que ayudan a las víctimas de la explotación de seres humanos y lucha contra los traficantes. “Estamos con vosotras, no estáis solas. Lucharemos junto a vosotras para liberaos de la esclavitud” afirma el comunicado del INRATIP publicado al final de los trabajos. (L.M.) (Agencia Fides 29/7/2008 líneas 39 palabras 509)


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