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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Antes de partir para Washington, dónde participará del 28 al 31 de julio en el Congreso Nacional para las migraciones, organizado por la Conferencia Episcopal de Estados Unidos de América, el arzobispo Agostino Marchetto, Secretario del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, ha concedido la siguiente declaración a propósito de la emergencia de la migración en Italia:
"Para juzgar sobre la bondad de la iniciativa 'emergencia' en el deseado equilibrio entre acogida y seguridad, habrá que considerar los contenidos de las decisiones. De por si, emergencia no es un término negativo porque puede haber medidas que tengan en cuenta el flujo actual desde los Países que implican necesidad de protección (Sudán, Somalia, eritrea, por ej.) en la línea de la aprobada legislación internacional para los refugiados y los que piden asilo. También la dueña de una casa, perdón por el ejemplo, se encuentra en emergencia si llegan dos huéspedes imprevistos, pero tratará de proveer a su acogida del mejor modo posible. Lo que es de desear, en la actuación de las disposiciones, es pues el respeto de los derechos humanos de todos los trabajadores emigrantes y los miembros de sus familias además de de las normas internacionales acogidas en Italia por lo que concierne a los refugiados, los que piden asilo, los apátridas, también los Rom y Sinti o de otras familias gitanas además de los que son objeto-sujeto del tráfico de seres humanos". (S.L) (Agencia Fides 28/7/2008)
