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Puerto Príncipe (Agencia Fides) - “Ante la gravedad de la situación no podemos quedarnos de brazos cruzados”. Así comienza un llamamiento a la solidaridad realizado por Cáritas Haití para ayudar a 20.000 hogares en situación de pobreza extrema en este país que sufre como pocos las consecuencias de la crisis alimentaria. Desde hace varias décadas Haití ostenta el triste récord de ser el país más pobre de todo el continente americano. Está también entre los diez más pobres del mundo. Baste pensar que su esperanza de vida está en 51 años y que el 60 por ciento de los niños menores de 5 años sufren de anemia.
Haití, que importa el 53% de la comida que necesita para alimentar a sus 8 millones de habitantes, fue escenario de violentas protestas callejeras el pasado abril debido al fuerte aumento de los precios de los alimentos básicos (ver Fides 17/4/2008). Además según ha explicado el padre Serge Chadic, director de Cáritas Haití, la crisis se ha agravado debido a “las consecuencias de los daños causados por los huracanes Dean y Noel (en noviembre del año pasado), la aplicación rigurosa de las medidas exigidas por el FMI y el Banco Mundial, y el inmovilismo del gobierno, que no ha tomado medidas urgentes”. La falta de alimentos ha provocado situaciones dramáticas durante esta crisis. Muchas familias de agricultores no tuvieron más remedio que comer las reservas de semillas que guardaban para la siguiente cosecha, con lo cual se espera un descenso en la producción. Desde el lanzamiento de esta campaña el mes pasado,
Las nueve diócesis católicas del país necesitan 1.800.000 euros para este ambicioso plan, que incluye abastecer durante un año a 20.000 familias con productos de primera necesidad (a través de las Cáritas parroquiales), distribuir 10.000 kits de herramientas y semillas a los agricultores más pobres y ayudar con préstamos a pequeñas empresas comunitarias en actividades de ganadería, almacenamiento y comercialización de productos agrícolas. Parte de esta intervención incluye la rehabilitación de sistemas de irrigación y las estructuras de drenaje en algunas de las zonas más desfavorecidas. Cáritas Haití ha recibido ya 100.000 euros de Cáritas Española, además de otras aportaciones de sus contrapartes en Suiza y Chile.
Cáritas Haití que fue creada por los obispos de este país caribeño en 1975, trabaja actualmente sobre todo en tres campos prioritarios: la agricultura, la salud y la “financiación solidaria”.
Así por ejemplo, las Cáritas diocesanas, ante la grave situación tras el paso de las tormentas el pasado mes de noviembre que arrasaron con la mayor parte de las cosechas, ayudadas con fondos de Cáritas Española han comprado semillas a los agricultores locales y las han distribuido entre las familias de campesinos. Estas a su vez se comprometían a devolverlas una vez recolectado el producto de sus campos. De esta manera el fondo de semillas quedaba a disposición de otras personas que pudieran necesitarlas.
En el plano de la salud, la sanidad pública en Haití es prácticamente inexistente, y la inmensa mayoría de sus 8 millones de habitantes no puede costearse los tratamientos de los hospitales privados. Para responder a esta necesidad, en muchas parroquias funcionan comités de salud que organizan cursillos de educación preventiva y tienen a su cargo clínicas móviles que realizan servicios básicos en pueblos y aldeas.
Además, en las parroquias existen también las “financiaciones solidarias”, microcréditos que se otorgan a familias con pocos recursos para que pongan en marcha pequeños negocios o compren herramientas. Se conceden con intereses muy bajos (1 por ciento mensual) y normalmente se devuelven en tres o cuatro meses. (RG) (Agencia Fides 9/7/2008)
