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Nairobi (Agencia Fides)- “El fenómeno de la emigración es una realidad estructural incontrovertible. Algunas personas se ven obligadas a recurrir a esta, otras más bien escogen libremente emigrar en búsqueda de mejores condiciones de vida. Lamentablemente toda forma de movilidad comporta mucho sufrimiento, graves inconvenientes que inciden profundamente en las personas como, por ejemplo, el abandono y la dolorosa separación de la familia y de la comunidad. Estas dramáticas consecuencias se agravan aún más entre los refugiados obligados a dejar su ambiente natural, muchas veces abandonando su propia familia, el propio país y sus bienes. Ningún país africano es inmune a este exigente signo de los tiempos” se puede leer en el mensaje final publicado como conclusión del Congreso continental africano sobre el tema “Para una mejor atención pastoral de los Emigrantes y Refugiados en África al alba del tercer milenio”. El Congreso, que se celebró en la capital de Kenya, Nairobi, del 3 al 5 de junio estuvo organizado por el Pontificio Consejo para los Emigrantes e Itinerantes, en colaboración con la Comisión para los Emigrantes, Refugiados y Gente de Mar de la Conferencia Episcopal de Kenya (ver Fides 3 y 4 junio 2008).
El mensaje, cuyo texto ha sido enviado a la Agencia Fides, está dirigido a los “dirigentes políticos y a los responsables de las políticas económicas, a nivel nacional e internacional” para que procuren encontrar “el mejor modo para estabilizar la situación socio-económica de las naciones, de manera que cada ser humano sea capaz de realizarse en su propio país sin verse obligado a emigrar. Sin embargo, considerando también que cada persona tiene el derecho a emigrar, en determinadas condiciones, pedimos que a cada persona se le asegure una adecuada acogida”.
“Es deber —afirma el Mensaje— de toda la Iglesia-Familia de Dios, intensificar el diálogo respetuoso con los emigrantes, como lo ha pedido la Instrucción Erga migrantes caritas Christi. Este diálogo deber ser también con las Iglesias Hermanas y con las Comunidades eclesiales, con el fin de afrontar todos juntos los nuevos desafíos de la emigración”.
En el documento final aprobado por el Congreso se dan algunas recomendaciones para la comunidad católica africana y europea en relación a la acogida de los emigrantes. Entre estas: la constitución de estructuras pastorales de parte de las Iglesias locales para manejar el fenómeno de la emigración en todos sus aspectos y consecuencias, incluso traumáticas, la trata de seres humanos y la explotación sexual; la formación de los agentes pastorales; intercambio de información sobre las cuestiones inherentes a la emigración en África; el despertar de las conciencias sobre el fenómeno de la emigración y la creación de mecanismos de prevención a todo nivel, de las comunidades eclesiales de base a las Conferencias Episcopales continentales así como la intensificación de la colaboración con otras comunidades cristianas. (L.M.) (Agencia Fides 13/6/2008 líneas 37 palabras 500)
