ASIA/MYANMAR - Sigue el compromiso de solidaridad de voluntarios católicos, a un mes del ciclón Nargis

lunes, 9 junio 2008

Yangón (Agencia Fides) – El trabajo de los voluntarios católicos continúa sin detenerse, mas es necesaria mayor ayuda para enfrentar la emergencia y responder a la reconstrucción del territorio. Es cuanto afirma Su Exc. Mons. Paul Zigthung Grawng, Arzobispo de Mandalay y Presidente de la Conferencia Episcopal de Myanmar, a más de un mes del paso del ciclón Nargis que el 2 y 3 de mayo pasados golpeó el sudoeste de la nación, afectando a más de 2 millones de personas.
El Arzobispo confirmó que los voluntarios católicos han dado lo mejor de sí y han aportado una solidaridad extraordinaria apenas se manifestó la tragedia. “Muchas de las personas afectadas estarían muertas sin la intervención de la Iglesia y de Caritas”, destacó. “Hemos logrado, a pesar de las dificultades y los pocos medios a disposición, llevar alimentos, frazadas y medicinas a los prófugos, acogiéndolos en las iglesias. Además hemos buscado hacer llegar ayuda a los pueblos más aislados”.
La Iglesia local, en colaboración con Caritas Internationalis, se ha tomado muy en serio la suerte de más de 75 mil personas en las zonas más golpeadas por el ciclón, como informó p. Nelson, quién coordina las actividades de la Iglesia en el campo.
Pero para poder hacer esto, la ayuda debe continuar a llegar regularmente, y es necesario programar y llevar a cabo en el territorio una serie de actividades para reconstruir el tejido social y las infraestructuras básicas, necesarias para la vida social y económica. Caritas Internationalis lanzó una campaña para recaudar 8,2 millones de dólares, indispensables para continuar con las actividades humanitarias necesarias para hacer frente a la emergencia.
Un llamado al respeto por los derechos humanos, sobretodo de las personas que se encuentran en estado de extrema necesidad, llegó también del Observador Especial ONU para Myanmar, Tomas Ojea Quintana. En la relación publicada luego de su reciente viaje a la nación, el enviado ONU destacó el fuerte impacto que ha tenido el ciclón Nargis sobre las condiciones de vida de grandes masas de población: “el respeto de su dignidad humana exige asistencia y protección”, manifestó, agregando que “proveer a sus necesidades primarias debería ser una prioridad del Gobierno, cuya responsabilidad última es la de tutelar los derechos de la población”.
Por ello, el Observador ONU destacó el derecho de acceso de las ayudas humanitarias y de la asistencia a corto y largo plazo, subrayando en particular la situación crítica de los grupos más vulnerables como son las mujeres, los ancianos y los niños. (PA) (Agencia Fides 9/6/2008; líneas 30, palabras 427)


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