ASIA/MYANMAR - Actualizaciones sobre las trágicas consecuencias del ciclón Nargis que hace un mes azotó el país

viernes, 6 junio 2008

Yangon (Agencia Fides) – El ciclón Nargis devastó Myanmar el 2 y 3 de mayo de 2008, hace un mes. Las Naciones Unidas estiman que hayan sufrido las consecuencias en modo grave unas 2,4 millones de personas, de las que 1,4 millones se encontraban en las zonas del delta del Ayeyarwardy. El Gobierno calcula que han perdido la vida 77000 personas, mientras la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de las Ayudas Humanitarias (OCHA) habla de más de 101000 víctimas. Los dispersos serían 55197, mientras que el número oficial de heridos es cercano a 19400.
Según las informaciones difundidas por la Oficina Internacional del Servicio de los Jesuitas para los Refugiados (JRS), la OCHA ha dado a conocer una estimación preliminar, actualizada al 22 de mayo, de 110000 personas que viven en asentamientos temporales en 14 diversas localidades. El 70% de los refugiados han encontrado reparo en los monasterios, el 28% en edificios públicos y el 2% en carpas. Por su parte, la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados (UNHCR) calcula que hay un millón de personas sin techo.
La agencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) estima en cambio que un millón de niños necesitan una asistencia urgente y protección. Mientras las organizaciones humanitarias internacionales han tenido un acceso limitado a las zonas afectadas por el ciclón, el personal en el lugar ha llevado a cabo operaciones de socorro en el campo.
A través de la red de la Caritas, la Iglesia ha apoyado a los amigos presentes en Myanmar con donaciones, permitiéndoles distribuir alimentos y asistencia médica en las zonas afectadas. Está siendo monitoreada asimismo la situación en la frontera, sin que se hayan reportado movimientos inusuales de cruce de la frontera. Es sabido, en efecto, que en la región afectada por el ciclón se encuentran numerosos grupos étnicos minoritarios. La Iglesia local ha exhortado al Gobierno birmano a responder sin prejuicios a las necesidades de todas las personas afectadas y a ayudarlos a reconstruir sus existencias lo más rápido posible, si es necesario con ayuda internacional. (S.L.) (Agencia Fides 6/6/2008)


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