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Buenos Aires (Agencia Fides) - Con el lema “La desigualdad nos duele. Recuperemos la capacidad de compartir”, Cáritas Argentina invita a participar de su Colecta Anual que tendrá lugar en todo el país el próximo domingo 8 de junio. Porque si bien se constata una recuperación en la economía nacional, en Argentina todavía conviven situaciones de fuerte desigualdad en las que muchas personas siguen sufriendo miseria y postergación. Por eso, como cada año, con el objetivo de renovar el compromiso y el modo de compartir los bienes, esta iniciativa quiere ser una oportunidad para reflexionar como sociedad sobre la realidad de pobreza que padecen tantas mujeres, hombres y adultos mayores, niños, niñas y adolescentes que necesitan de nuestra cercanía y del esfuerzo de todos para poder alcanzar una vida digna.
Junto a la Colecta que se realizará en todas las misas de las parroquias y capillas del país, algunas Cáritas organizan iniciativas de encuentro y celebración comunitaria: festivales culturales, deportivos, caminatas, entre otras actividades. Gracias al trabajo de unos 32.000 voluntarios la tarea de Cáritas llega a cerca de 3.000.000 de personas, a través de un trabajo articulado en más de 3.500 parroquias, capillas y centros misionales, ubicados en 64 diócesis del país. Los voluntarios junto con otras organizaciones de la comunidad organizan actividades con el objetivo de vivir la Colecta Anual como una oportunidad para expresar la solidaridad y el compromiso con quienes todavía
sufren situaciones la pobreza y la postergación.
Mons. Fernando Bargalló, Obispo de la diócesis de Merlo – Moreno y Presidente de Cáritas Argentina invita a todos en la carta con motivo de la celebración de la colecta anual a preguntarse, individual y socialmente: “la desigualdad que vemos ¿nos duele realmente o nos hemos acostumbrado a convivir con ella?”. Y exhorta a recuperar la capacidad de compartir “desde la experiencia de cercanía con el hermano o hermana que sufre, reconociendo en cada uno a Jesús que sigue padeciendo en ellos y que sale así a nuestro encuentro. Desde esa experiencia mística que une profundamente fe y vida, podremos generar vínculos nuevos, consolidar relaciones de solidaridad y de fraternidad, y recorrer caminos que afiancen la comunión, la justicia y la equidad”. (RG) (Agencia Fides 6/6/2008)
