VATICANO - Congreso de las Facultades de Comunicación de la Universidades católicas: desarrollar no sólo las nuevas tecnologías, sino también la profundización y la reflexión

lunes, 26 mayo 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - “Si es extraordinario el desarrollo de las nuevas tecnologías, no menos decisivo, en nuestra perspectiva, puede y debe ser lo que podemos llamar el desarrollo de la profundización y de la reflexión”. Con estas palabras Su Exc. Mons. Claudio M. Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, abrió el Congreso de las Facultades de Comunicación de las Universidades Católicas, sobre el tema “La identidad y la misión de una facultad de comunicación en la universidad católica”, que se ha llevado a cabo en la Universidad Urbaniana.
Si el reconocimiento de la verdad y su comunicación a todos los hombres es el objetivo principal de los medios de comunicación católicos, la confrontación y el diálogo con los que trabajan en este ámbito, asumen, según Mons. Celli, un rol de gran relevancia para comprometerse cada vez más seriamente y conscientemente en el servicio a la Iglesia y en el seguimiento del Pontífice. El diálogo y el intercambio de experiencias y reflexiones son, por lo tanto, el leit motiv de todo el dicasterio de las Comunicaciones Sociales, del que Mons. Celli es Presidente desde hace menos de un año.
El Congreso de tres días se interrogó sobre numerosos temas, desde los desafíos de la comunicación en la era digital a la ética del comunicador, desde la diversidad de identidad y misión según los diversos escenarios geográficos y religiosos hasta un mayor compromiso de las universidades católicas por transmitir a los propios estudiantes valores sólidos, desde la configuración del plan de estudios. La antropología y la doctrina social de la Iglesia son materias que no deben ser eliminadas de la enseñanza para ningún estudiante, católico y no católico, para no quitarle la posibilidad de una gran fecundidad intelectual, que ilumine y refuerce los propios conocimientos y no reciba acríticamente las nociones aprendidas: este es el fruto de la intervención del Prof. Norberto Gonzalez Gaitano, docente de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. En una época de neoliberalismo en el mercado de la comunicación, en el que frecuentemente la Iglesia es percibida por la opinión pública como fuente de conflictos, es necesario que los comunicadores vuelvan a la ética cristiana, a la representación de la Iglesia y al seguimiento del Santo Padre (baste pensar a la conocida Alocución de Benedicto XVI en la Universidad La Sapienza que no se lelvó a cabo).
No sólo que cosa se enseña, sino cómo se enseña: esta fue la reflexión del Prof. Gildasio Mendes Santos de la Universidad Católica don Bosco, en Campo Grande (Brasil), que tiene ante sí, cada día, alrededor de mil estudiantes, en su mayoría católicos. Jesús fue un gran comunicador, utilizó la escucha, el compartir, y la celebración para entrar en contacto con los hombres de su tiempo. Involucración personal, comunicación de la propia persona, diálogo y mensaje a los estudiantes para poder construir algo, son características ineludibles del comunicador católico y del docente de comunicación. Sin olvidar, como recuerda finalmente también Mons. Giuseppe Scotti, que la comunicación cristiana de la verdad pasa por el reconocimiento y el compartir la belleza. (P.C.) (Agencia Fides 26/5/2008; líneas 35, palabras 523)


Compartir: