ASIA/CAMBOYA - Una estatua de Nuestra Señora de Lourdes ha sido hallada por unos pescadores en las aguas de Mekong, donde había sido lanzada durante la guerra, hace 33 años

miércoles, 21 mayo 2008

Phnom Penh (Agencia Fides) - Unos pescadores encontraron una estatua de Nuestra Señora de Lourdes en las aguas profundas y fangosas a orillas del Río Mekong, frente a la ciudad de Phnom Penh, en la confluencia de los ríos que se unen frente al Palacio Real. En la tarde del 11 de abril, ocho hombres de etnia Cham, musulmanes, encontraron enganchada a sus redes de pesca la estatua de ghisa, de 160 kilos de peso y un metro y medio de altura, que se encontraba en el río desde hace al menos 33 años, desde el inicio del régimen del Khmer Rouge.
No sabiendo qué hacer decidieron venderla por la suma de 7 dólares americanos a algunos habitantes del lugar que tenían pensado reciclarla como materia prima. Unos cristianos de la zona que pasaban por ahí, reconocieron inmediatamente que se trataba de una estatua de la Virgen María. Entonces las tratativas pasaron a los nuevos propietarios de la estatua con la parroquia de Areaksat, por la suma de 1000 dólares americanos, cambiados rápidamente por 10 sacos de arroz. Parece, en efecto, que los nuevos propietarios, llevados un poco por el remordimiento ante una imagen sagrada, no quisieron hacer comercio con ella. La estatua ha llegado ahora triunfalmente a la parroquia de Nuestra Señora de la Paz. Inmediatamente la comunidad cristiana ha querido agradecer a la pobre familia por haber donado la estatua encontrada.
Desde hace un tiempo, pues, la historia del hallazgo de la estatua en el río ha comenzado a circular por Phnom Penh y en sus alrededores. En este mes de mayo, consagrado a la Virgen, los fieles llevan a diario flores y ofertas. Particularmente el domingo los cristianos acuden numerosos para recogerse en oración frente a la imagen de Nuestra Señora de Lourdes, que ha sido llamada «Nuestra Señora de Mekong».
Por el momento se desconoce totalmente la procedencia de la estatua. Con la distribución de los edificios religiosos, durante la guerra, la estatua seguramente fue lanzada a las aguas, donde permaneció por 33 años. La parroquia de Areaksat, frente a la cual se realizó el hallazgo, en tiempos de la guerra no estaba localizada en dicho lugar, sino a cerca de 2 kilómetros de distancia. Algunos ancianos del lugar fueron interpelados en relación a la estatua, pero no han podido reconocerla o dar información acerca de su ubicación antes de que fuese lanzada al río Mekong. (P.B.) (Agencia Fides 21/5/2008)


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