ASIA - Tanto en Myanmar como en China se cuentan centenares de miles de víctimas; en los dos países se ha convocado un duelo nacional, mientras se esperan nuevas lluvias

miércoles, 21 mayo 2008

Yangon (Agencia Fides) - Todavía no es definitivo el balance de las víctimas de este trágico mes de mayo que ha golpeado a las poblaciones de Asia, sin embargo, lo que es cierto es que los muertos serán varias decenas de miles. Mientras que para Myanmar, golpeada por el ciclón Nargis el 2 y el 3 de mayo, se calcula un número de muertos aproximado de 130mil —pero la cifra podría crecer aún más— las autoridades chinas han dado un primer balance provisorio de 71mil víctimas causadas por el terremoto del lunes pasado, mientras que los heridos serían alrededor de 209,418. Números que asumen una dimensión dramática si se tiene en cuenta que en Myanmar las personas afectadas de alguna manera por el ciclón son cerca de dos millones, entre los que hay muchos que han perdido sus viviendas, además del riesgo de epidemias. Una situación tan grave que ha hecho que casi no se le preste atención al terremoto de 5,9 grados en la escala de Richter que hace dos días afecto Indonesia. El terremoto que desbastó la zona de Sichuan en China registro 8 grados en la escala de Richter.
Los mecanismos de ayuda se pusieron rápidamente en movimiento, así como la comunidad internacional. Pero entre los problemas más graves que amenazan ambos escenarios está el riesgo de la posible difusión de enfermedades y epidemias. La razón de este riesgo, hizo notar la Organización Mundial de la Salud, se debe en primer lugar a la falta de agua potable en las zonas afectadas y a los cuerpos en descomposición que se encuentran aún atrapados en el fango o bajo los escombros.
El Cardenal Renato Martino, Presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz, subrayó durante la Conferencia de Prensa de presentación del Pabellón de la Santa Sede en la Expo Zaragoza 2008 sobre el tema “Agua y desarrollo sostenible”, como las catástrofes en China y Myanmar evidencian dramáticamente como el agua potable es un bien esencial para la vida de la población así como para su salud. Mientras tanto en China continúan los temblores de asentamiento creando miedo y confusión entre la gente. Un primer balance oficial calcula que por lo menos el cisma ha destruido 4 millones de casas.
En este difícil cuadro se mueven también las Naciones Unidas cuyo Secretario General, Ban Ki-Moon viaja hoy a Tailandia para el jueves 22 ingresar a Yangon, en Myanmar, para realizar una visita a las zonas mas golpeadas por el ciclón Nargis. El domingo 25 Ban Ki-Moon participará, siempre en la ex Birmania, en la Conferencia de Países donantes organizada por la Asean, la Asociación de las naciones del sudeste asiático, en colaboración con la ONU. Mientras tanto en Myanmar se ha proclamado tres días de luto nacional, al igual que las autoridades chinas, pero que además han establecido tres minutos de silencio a nivel nacional. En Yangon ha comenzado nuevamente a llover y en China se esperan nuevas lluvias en los próximos días, una previsión que preocupa por los retardos que podría producir el mal tiempo en los socorros. (Mtp) (Agencia Fides 21/5/2008; líneas 37, palabras 540)


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