ASIA/CHINA - La Iglesia católica reza por las víctimas del terremoto uniéndose a todo el país que observa tres días de luto; las religiosas en acción en el epicentro llevando su hábito religioso, fortalecidos por la cruz y las palabras del Papa

martes, 20 mayo 2008

Pekín (Agencia Fides) - La Iglesia católica china que ya está en primera línea desde el primer momento de la tragedia del terremoto celebra una Santa Misa en sufragio de las víctimas del terremoto de Wen Chuan del 12 de mayo, en comunión con todo el país que observa tres días de luto por la tragedia. Según fuentes de Agencia Fides, todas las comunidades católicas locales están observando tres días de luto nacional, desde las 14,28 de ayer, hora de la tragedia. Mientras suenan las campanas de las iglesias como signo de luto, se recita la oración del Papa a Nuestra Señora de She Shan: “hoy venimos frente a ti para implorar tu protección”. Santas Misas, oraciones, rosarios y novenas se celebran en todas partes y en modo continuo.
Según las religiosas de diversas congregaciones diocesanas chinas que están trabajando en los lugares del epicentro del sismo bajo la coordinación de Jinde Charities (ente católico caritativo chino), la situación es durísima: “Estamos divididas en 6 grupos. Llevamos un atomizador de 20 kilos durante 6 horas, para desinfectar la zona. Siempre llevamos el hábito religiosos con la cruz en el pecho, que nos da fuerza y valor. Algunos nos preguntan quienes somos, nos piden la cruz y la Biblia y quieren conocer la fe”, cuenta sor Zhai Jing Ai, de la Congregación de San José de He Bei. “No obstante el pesante trabajo, encontramos siempre tiempo para rezar y compartir nuestra experiencia. Desde hace días que no nos lavamos ni siquiera el rostros porque falta el agua. Nos levantamos a las 6 de la mañana, rezamos y hacemos nuestra meditación. Trabajamos hasta las 23 o hasta la una del día siguiente”.
“Ninguna queja -confirma otra religiosas de la Caritas de la diócesis de Tian Jin -. Cuando el país está en dificultad, estamos también nosotras, es nuestro deber. Esto nos lo ha enseñado la Iglesia y la fe”. Tratándose de una zona habitada por etnias minoritarias, las religiosas tuvieron dificultades en la comunicación, afortunadamente “algunos seminaristas y algunos fieles hacen de intérpretes”. Pero la gente ha aprendido a llamarlas “Xiu Nv” (sor) con desenvoltura y afecto, y se dirigen a ellas con gratitud: “Descansad un poco Xiu Nv. Necesitamos de ustedes Xiu Nv”. La exhortación del Papa del pasado miércoles en la audiencia general ha dado fuerza y valor a las religiosas, y ellas transmiten esta fuerza a la gente que sufre: “meditamos y rezamos con estas afectuosas palabras” y “en toda circunstancia buscamos ser ‘fermento de armoniosa convivencia entre todos los ciudadanos’ como enseñó el Papa”. De este modo las religiosas dan un vivo testimonio sin clamores o slogan. Se han hecho secuaces de Cristo entre los afligidos y los que sufren, siendo así “signos de la presencia amorosa de Dios”. Además, siguiendo las recomendaciones del Papa, nunca han dejado de pedir a Nuestra Señora de Sheshan sostener “a cuantos en China, entre las fatigas cotidianas, continúan creyendo, esperando y amando” re, ad amare” haciéndoles “hablar de Jesús al mundo y del mundo a Jesús” pues los católicos de la China han sabido “ser siempre testigos creíbles de este amor, manteniéndose unidos a la roca de Pedro sobre la cual está construida la Iglesia”.
Todas las comunidades católicas chinas continúan en oración y ayudando a las víctimas del terremoto. Durante la Santa Misa del domingo, solemnidad de la Santísima Trinidad, la parroquia de Pu Xin de He Bei recolectó 3.600 euros, la parroquia de Shan Tou de la diócesis de Shan Tou, 10 mil euros, la parroquia de Xin Cun 600 euros. En la zona afectada por la nieve y el hielo en enero pasado, la diócesis de Gui Zhou recolectó 10mil euros, no obstante las graves dificultades que afrontan aún hoy en día. El corazón de los católicos de China se ha conmovido ante esta tragedia y al sentir el apoyo de la Iglesia Universal y sobre todo del Papa. Como confirman las religiosas en primera línea: “seamos fuertes pues sabemos que el Papa y la Iglesia toda están con nosotros”. (NZ) (Agencia Fides 20/05/2008 - líneas 46, palabras 669)


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