ASIA/MYANMAR - El Delegado apostólico en Myanmar ha visitado las zonas afectadas por el ciclón Nargis, llevando el Mensaje de solidaridad del Santo Padre, y ha presidido la Concelebración Eucarística en sufragio de las víctimas

lunes, 12 mayo 2008

Yangón (Agencia Fides) - El arzobispo Salvatore Pennacchio, Delegado apostólico en Myanmar, ha visitado Yangon y las zonas golpeadas por el ciclón Nargis el 8 de mayo, y ha celebrado la Santa Misa a las 11horas en la Catedral de St.Mary por las víctimas del desastre. Según las noticias enviadas a la Agencia Fides de la Iglesia local, junto al arzobispo Pennacchio han concelebrado el arzobispo de Yangon, Charles Bo y el Obispo auxiliar, Justin Saw Min Thide; Su Exc. Mons. Raymond Pa Ray, Obispo de Mawlamyine; Su Exc. Mons. Philip Za Hawng, Obispo de Lashio y el Obispo emérito de la diócesis de Pathein, Su Exc. Mons. Joseph Mahn Erie. Además han concelebrado 56 sacerdotes. Estaban presentes un centenar de religiosos y religiosas y un millar de fieles.
Al inicio de la celebración el Delegado apostólico leyó el Mensaje enviado por el Santo Padre Benedicto XVI y en la homilía expresó la cercanía, solidaridad y oración del Papa por las víctimas del ciclón Nargis y por la población del Myanmar, animando a todos a la esperanza, asegurándoles oraciones y ayudas humanitarias. También exhortó a los fieles a poner su esperanza en Cristo, la única válida y eterna respuesta al sufrimiento humano, por medio del corazón de su Madre, Maria.
Antes de finalizar la Santa Misa, el arzobispo Charles Bo expresó en nombre de todos, el agradecimiento al Santo Padre por su solidaridad con la población del Myanmar, y por su gesto concreto de cercanía y presencia a través de la visita del Delegado apostólico, a quien agradeció por su presencia en Myanmar como representante del Santo Padre, llevando el mensaje de consuelo y confianza, ofreciendo la Santa Misa por las víctimas y la población del Myanmar y visitando algunas parroquias y zonas de la región devastadas por el ciclón.
El Arzobispo recordó también que los daños provocados por el ciclón son enormes: entre 25.000 y 100.000 muertos, millares de desaparecidos, incluidos un sacerdote y una religiosa. Entre 15 y 16 aldeas como Laputta en la región del Delta, que sencillamente han "desaparecido". Numerosos pueblos católicos han sufrido serios daños. En la ciudad de Yangon han sido arrancados el 70 por ciento de los árboles. Todas las iglesias, casas de sacerdotes y conventos se han visto de algún modo afectados por el desastre.
Después de la Concelebración Eucarística el Delegado apostólico visitó las zonas golpeadas, y en particular la iglesia parroquial de Tante, en una de las regiones más damnificadas, con centenares de familias evacuadas y sin techo.
La Iglesia del Myanmar ha lanzado un llamamiento a las organizaciones internacionales para ayudas y asistencia urgente a la población del Myanmar que está sufriendo. La Comisión creada, bajo la dirección de la Archidiócesis de Yangon, está trabajando a todo ritmo para ayudar y asistir a unos 60.000 familias para la distribución de raciones semanales de víveres y agua; la desinfección del agua; la distribución de material de primera necesidad y medicamentos en 8 zonas entre las más devastadas. (S.L) (Agencia Fides 12/5/2008; Líneas. 40 Palabras: 532)


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