EUROPA/ESPAÑA - Día del Misionero Diocesano en Madrid: “La diócesis que no es generosa con los que más necesitan, tampoco podrá recibir de Dios las gracias oportunas para sus necesidades”

viernes, 2 mayo 2008

Madrid (Agencia Fides) - El próximo domingo, 4 de mayo, la diócesis de Madrid va a celebrar el Día del Misionero Diocesano bajo el lema “Iglesia Diocesana… abierta a las misiones”. El acto central de dicha celebración será la Santa Misa que se celebrará en la Catedral de Nuestra Señora de la Almudena, presidida por el Cardenal Antonio Mª Rouco Varela, Arzobispo de Madrid, durante la cual tendrá lugar el envió e imposición del crucifijo a los misioneros de la diócesis madrileña que en breve partirán para la misión. Además es una Jornada para recordar especialmente a todos los misioneros de la diócesis que están ya ejerciendo su labor misionera en los cinco continentes por los cuales se pide que se eleven oraciones en todas las parroquias durante la jornada.
Con motivo de esta Jornada el Cardenal Rouco ha escrito varias cartas dirigidas en primer lugar a los misioneros madrileños, otra a sus familias y por último todos los fieles de la diócesis.
A los misioneros les escribe ante todo para asegurarles “la profunda comunión y la oración intensa de vuestro obispo y de toda nuestra Iglesia diocesana... para transmitir nuestra alegría por contar con vuestra generosa entrega... para juntos, dar gracias al Señor por tantas cosas buenas con las que bendice vuestro trabajo misionero, y todos los trabajos de nuestra archidiócesis de Madrid”. Así mismo les pide que sientan la diócesis muy cerca de sus vidas y de su trabajo en tierras lejanas, “al igual que cuantos quedamos en esta tierra madrileña os sentimos, de veras, muy cercanos a nosotros”, a la vez que les asegura todo el amor y colaboración, de sus familiares, amigos, y sobre todo del Consejo de Misiones.
A los familiares de los misioneros les recuerda que estos a los que tanto quieren y ahora están en tierras lejanas son un don de Dios. Pero no solo los misioneros, también “vosotros mismos sois un don para ellos, por vuestro apoyo, vuestra oración, vuestro amor; y sois un don también para nuestra Iglesia diocesana, porque mostráis a todos los que os ven que hay algo grande por lo que vale la pena entregar a un hijo o a un hermano: el Reino de Dios, la Persona misma de Jesucristo”. El Cardenal afirma además en su carta a los familiares que, si bien son muchas las necesidades en una diócesis tan grande como Madrid, sin embargo, esta debe estar abierta a las misiones pues “la diócesis que no es generosa con los que más necesitan, tampoco podrá recibir de Dios las gracias oportunas para sus necesidades”. Concluye por ello su Carta pidiendo a todos que recen “para que en Madrid surjan muchos corazones generosos que sigan la llamada de Cristo a la misión, como la han seguido vuestros familiares misioneros”.
Por último, el Cardenal dirige una carta a todos los fieles de la diócesis en la que afirma que “todos tenemos la responsabilidad de la misión universal, y cada diócesis ha de estar abierta a entregar lo mejor de sus miembros a esta tarea”. Por ello, en esta Jornada “sentimos la urgencia de ser sembradores de esta gracia de la fe cristiana, y recordamos con gozo y gratitud grandes, a quienes, siguiendo la llamada del Señor, lo están viviendo en primera línea, dejando las seguridades que aquí tenían para ir a lugares lejanos donde necesitan recibir la Buena Nueva de Cristo. Son nuestros misioneros”. La Iglesia diocesana de Madrid cuenta con muchos misioneros que son un don “no sólo para quienes los acogen en las tierras de misión, sino también, y de un modo muy especial, para nosotros, para nuestra archidiócesis madrileña, pues sin duda nos fortalecen”. Por ello, considera el Arzobispo de Madrid que todos los fieles de la diócesis tienen “una gran deuda de gratitud con nuestros misioneros, y por eso os pido que les ofrezcáis, sobre todo en la Eucaristía de este domingo 4 de mayo, vuestras oraciones y todo tipo de ayuda. Para ellos, la certeza de contar con la ofrenda de las oraciones y los sacrificios de los católicos madrileños es motivo de fortaleza grande y de mucha alegría”. Así mismo esta jornada constituye “una espléndida ocasión para que en todos los miembros de nuestra Iglesia diocesana crezca el deseo misionero y se fomenten las vocaciones para la misión ‘ad gentes’”, continua la Carta
“Pongo a todos nuestros misioneros y misioneras bajo el manto de la Madre de Dios, Nuestra Señora de la Almudena. Que ella guíe a nuestra Iglesia diocesana por caminos de mayor compromiso y entrega misionera”, concluye el Cardenal Rouco. (RG) (Agencia Fides 2/5/2008 Líneas: 52 Palabras: 791)


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