ASIA/SRI LANKA - Nuevo llamamiento de los Obispos para tutelar el Santuario mariano de Madhu

martes, 15 abril 2008

Colombo (Agencia Fides) - En este momento la mayor preocupación de los Obispos de Sri Lanka es salvar el Santuario mariano de Madhu de la violencia y de la destrucción. En un comunicado oficial han confirmado la urgencia de tutelar ese lugar sagrado para los fieles católicos de la isla, también apreciado y frecuentado - como espacio de paz y reconciliación - por los creyentes de otras religiones.
El Santuario surge en el centro de la isla, en una zona controlada por los rebeldes tamil, donde se han enfrentado tropas del ejército y grupos de guerrilleros. Cañonazos y disparos ya han dañado el Santuario destruyendo una capilla y obligando al Obispo Rayappu Jospeh a trasladar la antigua estatua de la Virgen María a un lugar más seguro (ver Fides 4-4-2008).
Los Obispos han alzado su voz de alarma, han escrito al gobierno y han realizado una procesión de oración para dar a conocer el peligro a la opinión pública. En los años pasados el Santuario fue considerado “zona franca” y excluido del conflicto. En la actualidad esta sacralidad parece que se ha perdido y la Conferencia Episcopal, reunida hace poco para examinar el asunto y buscar soluciones, ha renovado su llamado a los contendientes para que se detengan los combates en la zona del Santuario. El traslado de la estatua de la Virgen, se señala en el texto, se ha realizado por motivos de seguridad y no cediendo a la presión de los rebeldes (como habrían afirmado algunos medios de comunicación), y regresará a su lugar apenas lo permitan las condiciones.
El Santuario mariano de Madhu, en la diócesis de Mannar, ha sido siempre un lugar de oración respetado y frecuentado por fieles católicos y por miembros de otras religiones. Los Obispos del país han pedido siempre dejar Madhu como una zona desmilitarizada, garantizando la seguridad de los peregrinos y de los prófugos. De hecho, desde 1990, las 160 hectáreas circunstantes al santuario han acogido a millares de refugiados de guerra, convirtiéndose en un auténtico campo de prófugos.
La historia del Santuario se inicia hace más de cuatro siglos. Los orígenes se sitúan en 1544 cuando el rey de Jaffna, Sankili, masacró 600 cristianos de Mannar (convertidos por los portugueses llegados a Ceilán en 1505), por temor a la expansión de la influencia portuguesa. Algunos fieles, escapados al masacre, fundaron en la jungla un pequeño lugar de oración colocando la estatua que ahora se encuentra en el Santuario.
Sucesivamente los holandeses, desembarcados en Ceilán en 1656, iniciaron una persecución contra los católicos. Treinta familias católicas, buscando un refugio de aldea en aldea y llevando consigo la estatua, se establecieron en 1670 en la localidad de Maruthamadhu, lugar donde actualmente surge el Santuario. Otros católicos se reunieron en ese lugar. En toda Ceilán se difundió la fama de la Virgen de Madhu, sanadora y protectora contra la mordedura de serpientes. Con la llegada a la isla da padre Joseph Vaz, en 1687, el catolicismo refloreció, y Madhu es mencionada en 1706 como un centro misionero. La actual construcción fue iniciada por Mons. Bonjean, que en 1872 puso la primera piedra del Santuario. Un legado pontificio coronó la estatua en 1924 a nombre del Papa Pío XI. La consagración de la iglesia se realizó en 1944. (PA) (Agencia Fides 15/4/2008 líneas 39 palabras 556)


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