VATICANO - Benedicto XVI invita a rezar para que las múltiples vocaciones existentes en la Iglesia “se desarrollen con un fuerte carácter misionero", recuerda los dos religiosos asesinados en África y confía a Maria su viaje apostólico a Estados Unidos

lunes, 14 abril 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - En el cuarto domingo de Pascua, en el que la liturgia presenta a Jesús como "Buen Pastor", se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. "En todos los continentes, las comunidades eclesiales invocan unidas al Señor para pedirle numerosas y santas vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada y misionera, y al matrimonio cristiano" ha recordado el Santo Padre Benedicto XVI antes de recitar el Regina Cæli con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro el domingo 13 de abril.
El Papa ha subrayado que esta Jornada se sitúa en la perspectiva del Año Paulino, que comenzará el próximo 28 de junio, "para celebrar el bimilenario del nacimiento del apóstol Paolo, el misionero por excelencia". Para el apóstol de las gentes, "vocación y misión son inseparables - ha continuado Benedicto XVI -. Constituye, por tanto, un modelo para todo cristiano, en particular, para los misioneros ad vitam, es decir, esos hombres y mujeres que se dedican totalmente a anunciar a Cristo a quienes todavía no le han conocido: una vocación que sigue manteniendo toda su validez”.
A este servicio misionero se dedican en primer lugar los sacerdotes, "dispensando la Palabra de Dios y los sacramentos, y al manifestar con su caridad pastoral hacia todos, sobre todo a los enfermos, a los pequeños, y a los pobres, la presencia sanadora de Jesucristo”. El Pontífice ha invitado a dar gracias a Dios "por estos hermanos nuestros que se entregan sin reservas en el ministerio pastoral, sellando en ocasiones su fidelidad a Cristo con el sacrificio de la vida", y ha recordado a los dos religiosos asesinados en Guinea y Kenia, a quienes se dirige “nuestra agradecida admiración, junto con al oración de sufragio. A continuación, el Santo Padre ha exhortado a rezar para que sea más numeroso el número de los religiosos y religiosas, "que tienen un papel primario en la evangelización". Si bien algunos se dedican a la contemplación y la oración, otros a la acción educativa y caritativa en múltiples formas, pero "todos, sin embargo, están unidos por un mismo objetivo: testimoniar la primacía de Dios sobre todo y difundir su Reino en todo ámbito de la sociedad". Por último, el Papa ha subrayado que "también el matrimonio cristiano también es una vocación misionera: los cónyuges, de hecho, están llamados a vivir el Evangelio en las familias, en los ambientes de trabajo, en las comunidades parroquiales y civiles. En ciertos casos, además, ofrecen su preciosa colaboración a la misión ad gentes”.
Al término de su discurso, el Papa ha invocado la protección de Maria "sobre las múltiples vocaciones que existen en la Iglesia para que se desarrollen con un intenso carácter misionero" y les ha confiado a la Madre de la Iglesia y Reina de la Paz, también "le encomiendo también la especial experiencia misionera que viviré en los próximos días con el viaje apostólico a los Estados Unidos y la visita a la ONU, mientras os pido a todos vosotros que me acompañéis con vuestra oración”. (S.L) (Agencia Fides 14/4/2008; Líneas: 37 Palabras: 553)


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