EUROPA/ITALIA - Los actos heroicos de un hombre sencillo: Giovanni Palatucci, último cuestor de Fiume

miércoles, 2 abril 2008

Roma (Agencia Fides) - Giovanni Palatucci era un joven originario de la provincia de Avellino, que renunció a su profesión forense para ser policía por vocación. Durante la Segunda Guerra Mundial, como responsable de la oficina de extranjería de Fiume -avanzada de esperanza, por situarse cerca de la frontera- salvó a miles de hebreos, gitanos y perseguidos. Se calcula que distribuyó cerca de 5.000 pasaportes falsos antes del armisticio, luego del cual, con la toma del país por parte de los alemanes, Palatucci se convirtió en cuestor de Fiume, colaborando con el intento de convertirla en una ciudad autónoma. Un plano para los aliados, escrito por él y encontrado por los alemanes, fue la causa de su arresto y de su condena.
A la saga heroica del último cuestor de Fiume, Angelo Picariello ha dedicado el libro titulado “Capuozzo, ayuda al muchacho. La vida de Giovanni Palatucci” (Ediciones San Pablo), que fue presentado el 1 de abril en la Pontificia Universidad Lateranense. El título del libro, sugerido por el Prof. Elio Guerrico, Vicedirector de Ediciones San Pablo y moderador del encuentro, explica uno de los últimos actos heroicos de este hombre sencillo durante el duro momento de la deportación a Dachau, donde murió a la edad de 36 años. Palatucci le dio a un subalterno, poco antes de su partida, la orden de advertir de la deportación a la madre de un joven que estaba con él en el vagón, satisfaciendo de esta manera la voluntad del joven.
En sus palabras iniciales, Su Excelencia Rino Fisichella, Rector de la Pontificia Universidad Lateranense, expresó su satisfacción por poder presentar y conocer “no sólo a un hombre que se va acercando, si Dios quiere, hacia los altares, sino también a un hombre que tuvo un gran sentido del estado”. Un policía que expresó el ideal que lo impulsaba -la justicia, el altruismo- hasta el final de su existencia, ofreciéndonos un testimonio inmenso en una época en que los modelos civiles están en una profunda crisis de credibilidad. El doctor Manganelli, Jefe de la Policía, compartió haberse “encontrado” con la figura de Palatucci cerca de 20 años atrás, gracias al escritor del primer libro, el periodista Goffredo Raimo. Una figura que despertó la curiosidad del Prefecto, ya que Giovanni Palatucci fue un policía que eligió honrar a la humanidad y al estado a través de la desobediencia, violando una orden -injusta e ilegítima- que le había sido impuesta. Un héroe especial, Palatucci, ya que los actos de heroísmo que estamos acostumbrados a presenciar son la “exaltación de un momento en el ámbito de una vida ordinaria”, añadió el Prefecto, mientras que en el caso del último cuestor de Fiume, la genialidad duró cerca de seis años, dejando un mensaje que debemos acoger y difundir. El Senador Giulio Andreotti, presente en el evento, expresó su deseo de que historias como la de Palatucci, que a veces pasan desapercibidas, puedan pronto encontrar apoyo, público y seguidores. Para Palatucci la causa de beatificación está en curso, habiéndose concluido la fase diocesana -en la diócesis de Roma- en el 2002, y ahora está a la espera del parecer de la Congregación para las Causas de los Santos. (P.C.) (Agencia Fides 2/4/2008; líneas 37, palabras 544)


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