VATICANO - Las palabras del Papa en el Ángelus del IV Domingo de Adviento: “La Virgen María, que no comunicó al mundo una idea, sino a Jesús mismo, el Verbo encarnado, es modelo incomparable de evangelización”

lunes, 24 diciembre 2007

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El IV Domingo de Adviento se presenta este año muy cercano a la Vigilia de la solemnidad de la Navidad de Nuestro Señor. Durante la Noche Santa, dijo el Santo Padre Benedicto XVI antes de recitar la oración mariana, el Domingo 23 de diciembre, se recuerda “el gran misterio del amor, que nunca termina de sorprendernos: Dios se hizo Hijo del hombre para que nosotros nos convirtiéramos en hijos de Dios”. El Papa recordó la importancia de la Misión evangelizadora de la Iglesia como “respuesta al grito "¡Ven, Señor Jesús!", que atraviesa toda la historia de la salvación y que sigue brotando de los labios de los creyentes”. Citando la “Nota doctrinal sobre algunos aspectos de la Evangelización” publicada recientemente por la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Santo Padre afirmó: “la Verdad que salva la vida —que se hizo carne en Jesús—, enciende el corazón de quien la recibe con un amor al prójimo que mueve la libertad a comunicar lo que se ha recibido gratuitamente”. La libertad debe ser vivida en la verdad de Cristo, en modo que florezca “con un amor gratuito y enteramente solícito por el bien de todos los hombres”. La esperanza de la Navidad es, por lo tanto, al mismo tiempo, anuncio a todos de la presencia de Dios en el mundo. Sobre esto, el Papa invitó a mirar el gran ejemplo evangelizador de la Madre de Jesús y de todos los hombres: “La Virgen María, que no comunicó al mundo una idea, sino a Jesús mismo, el Verbo encarnado, es modelo incomparable de evangelización” (Agencia Fides - líneas 20, palabras 312)


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