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Santiago (Agencia Fides) – Los Obispos de la Conferencia Episcopal Chilena al termino de su 86 Asamblea plenaria que tuvo lugar del 17al 21 de noviembre del 2003, en la declaración final titulada “Tratemos a los demás como queremos ser tratados” afrontan los delicados temas de la solidaridad, del delito, de la pedofilia, de la ofensa contra el honor de las personas, del auténtico sentido de la sexualidad y del deber de no dar escándalo.
Refiriéndose a los sucesos que han conmocionado la opinión pública en los últimos tiempos – pedofilia, pornografía y drogas - y el modo como han sido afrontados por algunos medios de comunicación, los Obispos señalan que “la confusión entre hechos objetivos y conductas supuestas, reclaman una especial atención y un ejercicio honesto de búsqueda de la verdad y de adhesión a ella. Esto requiere... vivir en la verdad, la libertad, la honestidad y la responsabilidad; desarrollar los dones recibidos y optar por la dignidad personal, no cediendo a las inclinaciones que atenten contra ella”. Después los Obispos afirman “Hoy, más que nunca, es necesario velar y mantener el corazón atento y sensible frente al bien más querido y precioso de nuestra sociedad, la dignidad de la persona humana” y exhortan encarecidamente “a los cristianos unirse con los demás hombres y mujeres que buscan la verdad y resolver, con acierto, los problemas morales que se presentan a los individuos y a la sociedad (cfr. GS 16)”.
El respeto de la reputación y del honor de las personas es responsabilidad de toda persona pero “cabe un especial cuidado a los medios de comunicación social, llamados a vivir su compromiso con la verdad y el bien, para elevar el nivel cultural y moral de la nación, y contribuir así a la verdadera paz”. A continuación señalan que el escándalo atenta contra la dignidad de las personas y viola el mandato del amor al prójimo: “El escándalo también puede ser provocado por leyes, por acciones de instituciones, por espectáculos y costumbres que incitan al mal o degradan la dignidad humana (cfr Catecismo 2284ss)”.
Para tutela y promocionar la dignidad de l toda persona “Jesucristo nos dejó esta ley fundamental: “Traten a los demás como quieren que ellos los traten a ustedes” (Mt. 7, 12).” Expresión de este respeto y consideración a las otras personas, es la virtud de la solidaridad, que consiste en ponerse en el lugar del otro, compartiendo los bienes materiales y espirituales. A este propósito los Obispos señalan que en la sociedad chilena muchas personas acuden en ayuda de los niños discapacitados y desean que “estos gestos solidarios se transformen en una corriente interrumpida de solidaridad, que devuelva a nuestra sociedad la confianza en los demás”.
(RZ) (Agencia Fides 2/12/2003 Líneas: palabras:
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