VATICANO - Mensaje del Santo Padre al Capítulo General de los Salesianos: "La evangelización debe ser la principal y prioritaria frontera de su misión hoy”

martes, 4 marzo 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Siguiendo el ejemplo de su amado Fundador, a los Salesianos les debe quemar la pasión apostólica. La evangelización debe ser la principal y prioritaria frontera de su misión hoy. Su carisma los pone en la situación privilegiada de poder valorar la aportación de la educación en el campo de la evangelización de los jóvenes". Son algunas recomendaciones que el Santo Padre Benedicto XVI dirige a los participantes en el XXIV Capítulo General de los Salesianos de Don Bosco, que ha iniciado el 3 de marzo (ver Fides 31/1/2008), en un Mensaje enviado al Rector Mayor, Don Pascual Chávez Villanueva.
El Papa subraya: "Hay que ayudar a los jóvenes a valorizar los recursos que llevan dentro como dinamismo y deseo positivo; ponerles en contacto con propuestas ricas de humanidad y de valores evangélicos; estimularles a que participen activamente en la sociedad por medio del trabajo, la colaboración y el compromiso por el bien común. Eso requiere a quien los guía ampliar los ámbitos del compromiso educativo con atención a las nuevas pobrezas juveniles, a la educación superior, a la inmigración; además requiere dar atención a la familia y a su implicación".
En precedencia el Santo Padre había escrito que "los hijos de don Bosco pertenecen a la gran fila de esos discípulos que Cristo consagró a si a través de su Espíritu con un especial acto de amor. Él los ha reservado para si; por ello debe resplandecer la primacía de Dios y su iniciativa en su testimonio… Pero para este fin es necesario vigilar sobre los posibles influjos del laicismo para defenderse y continuar así el camino emprendido con determinación, superando un 'modelo liberal' de Vida consagrada y llevando una existencia todo centrada en la primacía del amor de Dios y del prójimo.
El tema elegido para este Capítulo General es el mismo programa de vida espiritual y apostólico de Don Bosco: "Da mihi animas, cetera tolle". "Es de vital importancia - continua el Santo Padre - que cada salesiano se inspire continuamente en don Bosco: lo conozca, lo estudie, lo ame, lo imite, lo invoque, haga propia su misma pasión apostólica, que mana del corazón de Cristo… El lema "Da mihi animas, cetera tolle" expresa en síntesis la mística y la ascética del salesiano. No puede darse una ardiente mística sin un robusta ascesis que la sustente; y viceversa nadie está disponible a pagar un precio alto y exigente, si no ha descubierto un tesoro fascinante e inestimable".
Benedicto XVI exhorta a continuación a los Salesianos a "cultivar la unidad de la vida espiritual" que "alimenta el compromiso apostólico y es garantía de eficacia pastoral" por medio de la lectio divino y la eucaristía cotidiana. Además, "ante los riesgos y amenazas de la mediocridad y del aburguesamiento", "conducir una vida sencilla, pobre, sobria, esencial y austera" ayudará a los Salesianos a robustecer su respuesta vocacional y los llevará a estar más cerca de los necesitados y marginados.
Desde los orígenes de la Congregación, ha sido notable el compromiso de los Salesianos por la evangelización en muchas partes del mundo, y el Papa subraya a este respecto que actualmente en Europa "disminuyen las vocaciones y crecen los desafíos de la evangelización", por ello, la Congregación salesiana "debe estar atenta a reforzar la propuesta cristiana, la presencia de la Iglesia y el carisma de Don Bosco en este continente. Así como Europa fue generosa con el envío de numerosos misioneros en todo el mundo, del mismo modo ahora toda la Congregación, realizando un llamamiento especialmente a las Regiones ricas en vocaciones, debe estar disponible hacia Europa”.
Para realizar del mejor modo posible la misión de la evangelización y la educación, los Salesianos siempre han implicado en su labor a numerosos laicos, familias y jóvenes mismos, "suscitando entre ellos vocaciones apostólicas que mantengan vivo y fecundo el carisma de Don Bosco". Benedicto XVI exhorta a proponer a estos jóvenes "el atractivo de la vida consagrada, la radicalidad del seguimiento de Cristo obediente, pobre y casto, la primacía de Dios y del Espíritu, la vida fraterna en comunidad, el gastarse totalmente por la misión. Los jóvenes son sensibles a propuestas de compromiso exigente, pero tienen necesidad de testigos y guías que sepan acompañarlos en el descubrimiento y en la acogida de dicho don". En este contexto el Mensaje subraya la especial atención de la Congregación por la vocación del salesiano coadjutor, "una vocación no fácil de discernir y de acoger", que brota más fácilmente "allí donde se promueven entre los jóvenes las vocaciones laicales apostólicas y se les ofrece un alegre y entusiástico testimonio de la consagración religiosa".
En la parte final del Mensaje, el Papa da las gracias de modo particular a la Congregación salesiana "por el trabajo de investigación y formación que desarrolla en la universidad Pontificia Salesiana… Ella tiene una identidad que le viene del carisma de Don Bosque y ofrece a toda la Iglesia una contribución original y específica… En la emergencia educativa que existe en numerosos partes del mundo, la Iglesia tiene necesidad de la contribución de expertos que profundicen en la metodología de los procesos pedagógicos y formativos, la evangelización de los jóvenes, su educación moral, elaborando juntos respuestas a los desafíos de la postmodernidad, de la interculturalidad y de la comunicación social y al mismo tiempo, tratando de ayudar a las familias”.
Benedicto XVI concluye recordando que "la tarea que espera a la Congregación Salesiana es ardua, pero también excitante: cada miembro de vuestra gran Familia religiosa está llamado en efecto a hacer presente a don Bosco entre los jóvenes de nuestro tiempo". (S.L) (Agencia Fides 4/3/2008; Líneas: 69 Palabras: 958)


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