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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Desde el jueves 28 de febrero al sábado 1 de marzo se está llevando a cabo en Roma la XXVIII Asamblea Plenaria del Pontificio Consejo “Cor Unum”, sobre el tema: “Las cualidades humanas y espirituales de quien trabaja en la actividad caritativa de la Iglesia”. Entre los objetivos de la Plenaria está el reproponer la lectura de la Encíclica de Benedicto XVI “Deus caritas est” y el verificar en que modo ha cambiado la manera de trabajar de cuantos están comprometidos en las obras caritativas de la Iglesia. Se le dará también una importancia especial a la formación integral y continua de los responsables y de los trabajadores de las distintas instancias caritativas católicas.
Los trabajos de la Asamblea se iniciaron con la introducción del Cardenal Paul Josef Cordes, Presidente del Pontificio Consejo “Cor Unum”, quién ilustró el tema del encuentro: “Hasta hace cien años quien trabajaba en las organizaciones caritativas de la Iglesia eran religiosas y religiosos que desarrollaban una misión específica a partir del propio Instituto religioso. También en las misiones el número de misioneros sacerdotes y consagrados era muy alto y a través de su persona se garantizaba, también visiblemente, una identificación con la Iglesia”. En la actualidad la situación no es la misma y las agencias caritativas católicas son en su gran mayoría laicas, algunas veces relacionadas a instituciones religiosas pero con frecuencia completamente autónomas. Muchos trabajadores participan de las mismas solo a título profesional pero no comparten la visión religiosa o incluso ética de la misma. A partir de este cambio se pone “la pregunta de la fe de nuestros trabajadores”. Benedicto XVI en la “Deus caritas est” (nn.31-39) nos ofrece una lista de algunas características de los hombres y mujeres que se encuentran comprometidos en los organismos católicos. “Ahora se trata —concluyó el Card. Cordes— de aceptar con humildad y realismo que tenemos necesidad de cultivar el espíritu —la formación del corazón, como afirma Benedicto XVI— de cuantos trabajan con nosotros o para nosotros”.
Además de la ponencia de Mons. Karel Kasteel, Secretario del Pontificio Consejo, tomaron la palabra varios Cardenales, Obispos y exponentes de las principales organizaciones caritativas que trabajan en la Iglesia. Como representante de la Unión de Superiores Generales de los Institutos de Vida Consagrada, Don Flavio Peloso, Superior General de los Orionitas, haciendo referencia a la experiencia de tantas congregaciones religiosas dedicadas al apostolado de la caridad afirmó que “al empobrecimiento del contenido místico, evangélico y eclesial de la solidariedad hay que tenerle más miedo que a la falta de recursos económicos. La solidariedad y la promoción humana deben ser entendidas y organizadas de manera tal que alcancen contemporáneamente los tres objetivos de la dinámica de la Caridad cristiana como han sido ilustrados en la Encíclica del Santo Padre: 1) servir a Cristo en los pobres (es una mística), 2) servir a los pobres en Cristo (es una diaconía) y servir a los pobres de Cristo (es una evangelización). Sólo así se podrá pasar de las obras de caridad a la caridad de las obras”.
Hoy, 29 de febrero, segundo día de los trabajos de la Asamblea, está prevista la discusión sobre el tema guía del encuentro y la audiencia con el Santo Padre. La parte conclusiva de la jornada será dedicada a la visita de la “Comunidad del Cordero”, sostenida por un grupo de religiosas que en las calles, en la casa, de noche y de día, anuncian el Evangelio y sostienen a los pobres. El tercer y último día de la reunión, el sábado 1º de marzo, será dedicado completamente a los trabajos de grupo que deberán formular los textos y las propuestas sobre la formación para ser discutidos. (S.L.) (Agencia Fides 29/2/2008 líneas 45 palabras 630)
