VATICANO - Benedicto XVI al nuevo Embajador de Serbia: “sobre la crisis actual en Kosovo, exhorto a todas las partes interesadas a actuar con prudencia y moderación y a buscar soluciones que favorezcan el respeto recíproco y la reconciliación”

viernes, 22 febrero 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El Santo Padre Benedicto XVI recibió en audiencia el 21 de febrero a Su Excelencia el señor Vladeta Jankovi, nuevo embajador de Serbia ante la Santa Sede, quien presentó sus Cartas credenciales. En su discurso el Papa recordó que “la Santa Sede aprecia mucho sus vínculos diplomáticos con Serbia y espera, por lo tanto, ofrecer aliento a los esfuerzos constantes por edificar un futuro de paz, prosperidad, reconciliación y coexistencia pacífica en toda la región… Pocos países del continente europeo han escapado a las devastaciones de la guerra durante el siglo pasado y todos pueden aprender de las lecciones del pasado reciente. Mientras se trabaja por un futuro seguro, es importante recordar que la identidad y la rica tradición cultural de su nación, como de todas las naciones europeas, están profundamente enraizadas en la herencia de la fe cristiana y del Evangelio de amor”.
El Santo Padre prosiguió: “Si escogemos vivir en base a los valores que derivan de nuestras raíces cristianas, descubrimos el coraje de perdonar y de acoger el perdón del otro, de estar reconciliados con nuestros vecinos y de edificar juntos una civilización del amor en la que todos sean aceptados y respetados. Sé que tan profundamente la población serba ha sufrido durante los recientes conflictos y deseo expresar mi sincera solicitud por ella y por las demás naciones de los Balcanes afectadas por los tristes eventos del último decenio. La Santa Sede comparte vuestro más auténtico deseo de que la paz alcanzada traiga una estabilidad duradera a la región. En particular, sobre la actual crisis en Kosovo, exhorto a todas las partes interesadas a actuar con prudencia y moderación y a buscar soluciones que favorezcan el respeto recíproco y la reconciliación”.
Benedicto XVI expresó luego su alegría “por los progresos cumplidos en las relaciones entre los cristianos ortodoxos y los cristianos católicos”, esperando que “estos desarrollos positivos seguirán dando fruto”. “La posición geográfica de Serbia, al límite entre cristianismo oriental y cristianismo occidental, le ofrece la oportunidad única de promover el diálogo ecuménico, mientras su familiaridad con el Islam, tanto por su encuentro con el Imperio Otomano cuanto por la actual presencia de numerosos musulmanes en la región, ofrece ricas posibilidades de progreso en el diálogo interreligioso. Ambos procesos son de la misma importancia para establecer comprensión y respeto recíprocos más amplios entre los pueblos y las naciones en el mundo contemporáneo”.
Finalmente el Pontífice apreció los pasos realizados por Serbia en diversas direcciones: para asegurar la libertad de religión, para restituir a las Iglesias y a las comunidades religiosas las propiedades nacionalizadas por la Federación Yugoslava, y con la introducción de religión en las escuelas. “Rezo para que esta apertura a los valores religiosos en la sociedad siga aumentando - dijo el Papa -, en modo que el debate público pueda nutrirse verdaderamente de los principio derivados de la fe… Sin el alimento que deriva de la fe viva, la cultura resulta profundamente empobrecida y las perspectivas de una civilización auténticamente humana se desvanecen rápidamente” (S.L.) (Agencia Fides 22/2/2008; líneas 34, palabras 525)


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