VATICANO - El Papa exhorta a los Jesuitas a seguir de nuevo las huellas de sus predecesores “con valentía e inteligencia, pero también con una fuerte motivación de fe y pasión por servir al Señor y a su Iglesia”

viernes, 22 febrero 2008

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El deseo de que toda la Compañía de Jesús “pueda vivir con impulso y fervor renovados la misión para la que el Espíritu la suscitó en la Iglesia y la ha conservado durante más de cuatro siglos y medio con extraordinaria fecundidad de frutos apostólicos" y el estímulo "a continuar en el camino de esa misión, con plena fidelidad a vuestro carisma originario, en el contexto eclesial y social propio de este inicio de milenio", han sido expresados por el Santo Padre Benedicto XVI a los participantes en la 35 Congregación General de la Compañía de Jesús (Jesuitas) a los que ha recibido en audiencia el 21 de febrero.
Después de haber recordado como los primeros compañeros de Ignacio se pusieron a disposición del Papa para anunciar el Señor a pueblos y culturas que todavía no lo conocían - " el nombre de San Francisco Javier es el más famoso de todos, ¡pero cuántos otros se podrían citar! - ha subrayado el Papa: "Hoy los nuevos pueblos que no conocen al Señor, o que lo conocen mal, hasta el punto de no saber reconocerlo como el Salvador, están lejos, no tanto desde el punto de vista geográfico cuanto desde el punto de vista cultural. No son los mares o las grandes distancias los obstáculos que desafían hoy a los heraldos del Evangelio, sino las fronteras que, debido a una visión errónea o superficial de Dios y del hombre, se alzan entre la fe y el saber humano, la fe y la ciencia moderna, la fe y el compromiso por la justicia”.
Por este motivo " la Iglesia necesita con urgencia personas de fe sólida y profunda, de cultura seria y de auténtica sensibilidad humana y social; necesita religiosos y sacerdotes que dediquen su vida precisamente a permanecer en esas fronteras para testimoniar y ayudar a comprender que existe, por el contrario, una armonía profunda entre fe y razón, entre espíritu evangélico, sed de justicia y laboriosidad por la paz. Sólo así será posible dar a conocer el verdadero rostro del Señor a tantos hombres para quienes permanece hoy oculto o irreconocible". Benedicto XVI ha evidenciado a continuación que para realizar este importante compromiso, la Compañía de Jesús "debe seguir formando con gran esmero a sus miembros en la ciencia y en la virtud, sin conformarse con la mediocridad, ya que la tarea de la confrontación y del diálogo con los muy diversos contextos sociales y culturales y las diferentes mentalidades del mundo actual se revela como una de las más difíciles y laboriosas”.
En su larga historia la Compañía de Jesús “ha vivido experiencias extraordinarias de anuncio y encuentro entre el Evangelio y las culturas del mundo", ha continuado el Santo Padre, exhortando a los Jesuitas a seguir de nuevo las huellas de sus predecesores “con valentía e inteligencia, pero también con una fuerte motivación de fe y pasión por servir al Señor y a su Iglesia”, haciéndose "cargo con lealtad del deber fundamental de la Iglesia de mantenerse fiel a su mandato de adherirse totalmente a la Palabra de Dios, así como de la misión del Magisterio de conservar la verdad y la unidad de la doctrina católica en su plenitud". El Papa también ha exhortado a los Jesuitas a trabajar a fin que sus obras e instituciones "conserven siempre una clara y explícita identidad", de modo que el fin de las actividades apostólicas "no resulte ambiguo u oscuro”.
La presencia en el mundo actual de las fuerzas del mal se manifiesta en particular por medio de tendencias culturales como el subjetivismo, el relativismo, el hedonismo, el materialismo práctico. "Por ello - ha continuado Benedicto XVI - he pedido vuestro compromiso renovado en la promoción y defensa de la doctrina católica … Los temas, hoy continuamente debatidos y puestos en tela de juicio, de la salvación de todos los hombres en Cristo, de la moral sexual, del matrimonio y de la familia, deben ser profundizados e iluminados en el contexto de la realidad contemporánea, pero conservando la sintonía con el Magisterio necesaria para impedir que se siembre confusión y desconcierto en el Pueblo de Dios". El Santo Padre ha afirmado a continuación: "Sé y entiendo bien que se trata de un punto particularmente sensible y arduo para vosotros y para varios hermanos vuestros, sobre todo para los que se dedican a la investigación teológica, al diálogo interreligioso y al diálogo con las culturas contemporáneas. Precisamente por ello os he invitado y hoy también os invito a reflexionar para recuperar el sentido más pleno de ese ‘cuarto voto’ característico vuestro de obediencia al Sucesor de Pedro; un voto que no implica tan sólo disposición a ser enviados a misionar en tierras lejanas, sino también- según el más genuino espíritu ignaciano de ‘sentir con la Iglesia y en la Iglesia’ - a ‘amar y servir’ al Vicario de Cristo en la tierra con una devoción ‘efectiva y afectiva’ que haga de vosotros unos colaboradores suyos tan valiosos como insustituibles en su servicio a la Iglesia universal”.
En la parte conclusiva de su discurso, el Papa ha exhortado a los Jesuitas "a continuar y a renovar la misión entre los pobres y con los pobres" y a prestar "una atención concreta” al ministerio de los Ejercicios Espirituales. "La opción por los pobres no es ideológica, sino que nace del Evangelio- ha recordado e Santo Padre - Innumerables y dramáticas son las situaciones de injusticia y pobreza en el mundo actual, y si es menester comprometerse a comprender y combatir sus causas estructurales, es preciso también bajar al propio corazón del hombre a luchar en él contra las raíces profundas del mal, contra el pecado que lo separa de Dios, sin olvidar por ello responder a las necesidades más apremiantes en el espíritu de la caridad de Cristo”. Sobre los Ejercicios espirituales, Benedicto XVI ha afirmado: "os toca a vosotros hacer de ellos un instrumento valioso y eficaz para el crecimiento espiritual de las almas, para su iniciación en la oración y en la meditación en este mundo secularizado del que Dios parece ausente … Los Ejercicios Espirituales constituyen un camino y un método particularmente valioso de buscar y de hallar a Dios en nosotros, en nuestro alrededor y en todas las cosas, con el fin de conocer su voluntad y de llevarla a la práctica”. (S.L) (Agencia Fides 22/2/2008; Líneas: Palabras:


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