AFRICA/KENIA -Las consecuencias geopolíticas de la crisis de Kenia están en el centro de las preocupaciones de los Países confinantes

miércoles, 20 febrero 2008

Nairobi (Agencia Fides)- Cada vez son más mayores las consecuencias negativas de la crisis keniana para los países africanos: Burundi, Ruanda, Somalia, Uganda, Tanzania y Sud Sudán. Además de las dificultades relacionadas con los abastecimientos que pasan por el puerto de Mombasa, el único confiable del área, dirigidos a los países que no tienen salida al mar (ver Fides 9/1/2008), los Estados de la región afrontan el impacto que la situación keniana tiene sobre su vida política.
La diáspora somalí hacia Kenia es preocupante pues Kenia es considerado su único refugio seguro en el área, y Nairobi desde hace décadas es sede de las tratativas de paz entre las diversas facciones somalíes. Perder el punto de referencia que representa Kenia significa retardar ulteriormente la solución a la guerra civil en Somalia.
Otro Estado que podría ser influenciado negativamente por la crisis keniana es Uganda, una nación que a su vez debe hacer frente a una división étnica entre el norte y el sur. En Kampala algunos observadores han notado que en el sur de Uganda se teme la llegada al poder en Nairobi del opositor Raila Odinga, un Luo, que pondría en riesgo el sostenimiento de las poblaciones Luo en el sur de Sudán y norte de Uganda, creando una especie de alianza transnacional Luo que acabaría con la estabilidad del área. Se trata de una interpretación probablemente extrema, pero se sabe que la política sobre percepciones a veces más importantes que la realidad de los hechos al momento de provocar tragedias.
En el plano económico la decisión de la compañía aérea nacional keniana de suspender los vuelos entre Nairobi y París a cusa de la fuerte disminución de las reservas, tiene un impacto sobre los vuelos con destino a la República Democrática del Congo y Ruanda. El aeropuerto de Nairobi es en efecto una importante escala para vuelos de Europa en el cual los pasajeros se embarcan hacia otras destinaciones africanas, en particular del África central (“hub” en jerga técnica). La suspensión de los vuelos es además una confirmación de la caída del sector turístico keniano, una de las voces más importantes de la economía nacional. Al inicio de febrero los albergues de la costa keniana, con una capacidad de 34mil sitios, han apenas acogido a 1900 personas.
A nivel político, prosiguen las negociaciones entre mayoría y oposición por encontrar una solución a la crisis keniana (ver Fides 15/2/2008). La tratativa parece difícil porque las dos partes no parecen intencionadas a dar concesión alguna, pues además de las motivaciones de prestigio personal, existen consideraciones relativas a la base electoral que siendo llevada al extremo no aceptaría “concesiones” por parte de los propios líderes.
Es en este contexto en el que son recibidas las voces que piden respeto por la verdad y por la justicia. En el mensaje del Cardenal John Njue, Arzobispo de Nairobi, leído en todas las parroquias de la Arquidiócesis en la misa del domingo 27 de febrero, está contenido un fuerte llamado al respeto del otro. “Nuestro origen étnico es un don de Dios, que nos ha dado la belleza de la diversidad. Somos como un mosaico en la Corona de Dios. Nuestros hermanos refugiados, aquellos que han perdido sus vidas y sus propiedades, son sangre inocente que grita a Dios como en los tiempos de Caín y Abel. Para detener los sufrimientos de los pobres, debemos dar de comer a los hambrientos, construir nuestras comunidades cristianas y sostener los valores de la honestidad, confianza, perdón, y sobre todo del amor”. (L.M.) (Agencia Fides 20/2/2008 líneas 42 palabra 605)


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