AMERICA/PERU - La limosna al inicio de la Cuaresma: “una manera concreta de ayudar a los necesitados y, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales”

viernes, 8 febrero 2008

Lima (Agencia Fides) - “La limosna, acercándonos a los demás, nos acerca a Dios y puede convertirse en un instrumento de auténtica conversión y reconciliación con él y con los hermanos”, afirma Mons. Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, Arzobispo de Trujillo y Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, en un Mensaje con motivo del inicio de la Cuaresma, en el que realiza una reflexión sobre la practica de la limosna.
Según Mons. Héctor dicha practica “representa una manera concreta de ayudar a los necesitados y, al mismo tiempo, un ejercicio ascético para liberarse del apego a los bienes terrenales”. La limosna pues ayuda a vencer continuamente esa tentación “educándonos a socorrer al prójimo en sus necesidades y a compartir con los demás lo que poseemos por bondad divina”.
Recuerda el Presidente de la Conferencia Episcopal que en realidad “no somos propietarios de los bienes que poseemos, sino administradores” y, por tanto, no debemos considerarlos como una propiedad exclusiva, sino como “un medio de la providencia divina hacia el prójimo”.
Además esta limosna debe tener una característica típica: “debe ser en secreto”. La única preocupación al realizar una limosna debe ser la mayor gloria de Dios. Por ello, “si al cumplir una buena acción no tenemos como finalidad la gloria de Dios y el verdadero bien de nuestros hermanos, sino más bien aspiramos a satisfacer un interés personal o simplemente obtener la aprobación de los demás, nos situamos fuera de la óptica evangélica”. “La limosna evangélica no es simple filantropía - continua el Prelado - es más bien una expresión concreta de la caridad”. Y cuando actuamos de esta manera “expresamos la verdad de nuestro ser”.
“La Cuaresma pues nos invita a “entrenarnos” espiritualmente, también mediante la práctica de la limosna, para crecer en la caridad y reconocer en los pobres a Cristo mismo”, concluye Mons. Héctor. (RG) (Agencia Fides 8/2/2008 Línea: 25 Palabras: 332)


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