ASIA/SRI LANKA - “Es necesario detener el camino de sangre”, mientras aumentan los desastres y las víctimas civiles

miércoles, 6 febrero 2008

Colombo (Agencia Fides) - “Urge detener el espiral de odio y el camino de sangre que está arrastrando al país”: es el llamamiento que llega de los religiosos católicos que trabajan en la primera línea de la asistencia a los prófugos, víctimas del conflicto civil que ha retomado fuerza en el último mes en Sri Lanka.
Atrapados en medio de los bombardeos del ejército y los atentados con dinamita de los rebeldes se encuentran las víctimas civiles que están pagando un precio altísimo en el conflicto, en términos de vidas humanas perdidas, despoblación, pobreza.
Los balances oficiales siguen subiendo en modo inexorable y la población está cansada por la pobreza y la desesperación, como denuncian desde hace tiempo numerosos observadores y organizaciones internacionales y locales.
En los primeros tres días desde el fin del cese al fuego, el 16 de enero, se calcula que han sido asesinados 43 civiles, pero el camino de sangre continúa sin detenerse, involucrando también a niños, como refirió el director del Jesuit Refugees Service en Sri Lanka, el P. Kamal Andrady SJ, contando de muertes y desapariciones en las dos ciudades de Mannar y Vavunia: “La situación es tensa y la población vive en el miedo”, dijo el P. Kamal.
El 4 de febrero, día del 60 aniversario de la independencia de Sri Lanka de Gran Bretaña, las celebraciones han sido marcadas por atentados sanguinarios. Mientras las tropas desfilaban por las calles de la capital Colombo, en otras partes del país cuatro bombas causaron 14 muertos y numerosos heridos. Responsable de los atentados, según el gobierno, es el Liberation Tigers of Tamil Eelam (Ltte) que lucha por la independencia de la parte norte del país.
A causa de las violencias, el gobierno cerró todas las escuelas por una semana, mientras cientos de soldados controlan vehículos y peatones y patrullan las calles de Colombo. Han sido interrumpidos asimismo los servicios de envío y recepción de sms para todos los operadores de telefonía celular, por temor de que los terroristas puedan usar los sms para comunicarse entre ellos.
También en el fin de semana precedente (2 y 3 de febrero), en otros atentados contra lugares y transportes públicos, han muerto en total 35 personas y otras 200 han quedado heridas.
La Iglesia católica en Sri Lanka, como señaló a Fides el Nuncio Apostólico S. Exc. Mons. Mario Zenari, está llamada a “construir puentes de paz y de reconciliación entre el Norte y el Sur, entre el Este y el Oeste. Los Obispos, sacerdotes, religiosos, laicos, están llamados a ser un signo de esperanza en medio a la violencia, a la pobreza y a las evacuaciones” (ver Fides 18/1/08). Desde el 1983, el conflicto, el más antiguo actualmente en Asia, ha causado entre 60 y 70 mil muertos. (PA) (Agencia Fides 6/2/2008 líneas 32 palabras 468)


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